Famoso payaso de Progreso, sin empleo

El artista comenta que son tiempo difíciles pero gracias al oficio de albañil ha logrado salir adelante.
jueves, 5 de noviembre de 2020 · 07:15

Danny, el payaso del puerto que tiene más de tres décadas animando fiestas infantiles de niños del puerto y de donde lo contraten, lamentablemente desde hace más de ocho meses está sin trabajo debido al COVID-19, pero con mucho ánimo de seguir laborando.

Entrevistado esta tarde por el Día Internacional del Payaso que se celebra este jueves, Enrique Martínez Díaz, quien da vida a “Danny”, señala que es el payaso más antiguo del puerto, del singular género vagabundo.

Su personaje está inspirado por un lado en Ricardo González “Cepillín” por su música, creatividad y forma de organizar juegos con los pequeños, y por otro, en Gaspar Henaine “Capulina” (+) por ese humorismo blanco.

Danny hizo mencionó que “lamentablemente la pandemia vino a cambiarle la vida a toda la humanidad, en el caso del payaso somos prácticamente artistas que nos debemos al público, animamos las fiestas infantiles, pero con la pandemia la agenda de contratos se canceló y creo que, al igual que todos, no sabemos por cuánto tiempo más seguiremos sin trabajo”.

“¿Cómo he vivido en la pandemia?, en realidad ahora mantengo a mi esposa porque mis hijos son independientes, aunque viven en casa, antes de ser payaso fui mesero, que también es una labor ahora con poca demanda, pero soy albañil también y con ese oficio he logrado salir adelante mientras Danny está de vacaciones prolongadas”.

Agregó que “desde casa les mando un saludo a todos los niños del puerto y, desde luego, a sus padres a los cuales sirvo por segunda generación, es hermoso ser payaso, sobre todo cuando los primeros niños a quienes amenizaba sus fiestas ahora me contratan y, al llegar a sus festejos, siento que éstos recuerdan con sus hijos su infancia y veo que se divierten junto con ellos, esta es una de las satisfacciones más grandes que me ha dado Dios, poder hacer sonreír a la gente”.

“A los niños les pido que sean pacientes en casa, obedezcan a sus padres, tomen sus clases en línea, jueguen en casa con sus animales de compañía, si es que los tienen, pero eviten estar mucho tiempo metidos en las computadoras, los video juegos o la telefonía celular”, aconsejó.

“En verdad la vida ha cambiado, yo crecí con los juegos de antaño de pesca-pesca, brinca soga, kimbomba, entre otros que han desaparecido, ahora los niños tienen sus ‘X Box’, tablets, y el mundo virtual en el que hoy viven”, recordó.

“Los peques usan teléfonos celulares de alta tecnología, por lo que debemos de tener en cuenta que éstos son parte de una nueva generación con mucha tecnología, la cual tampoco se puede quedar atrás”, prosiguió.

“Pero hay que enseñarles a creer en Dios como nuestro Creador, pero a la vez alejarlos de todo lo que sea maldad porque en realidad nos desenvolvemos en un mundo de violencia, de engaño, como es la pederastia, la pornografía infantil, el alcoholismo y las drogas”, opinó.

“Hay que dejar que el niño sea niño mientras pueda serlo, después tener toda la paciencia cuando sea adolescente que es la etapa más difícil de la vida del infante, porque no sabes cuándo deja de ser niño y cuándo se vuelve adulto”, comentó.

El payaso Danny, identificado con los niños porteños, siempre es altruista, cuando alguien le pide actuación para una causa noble, “ahí estaré sin importar clase social o credo, de hecho, por más de 30 años he participado en actividades de servicio social en Progreso, sus comisarías y en la ciudad capital”.

“Ahora me veo al espejo y confirmo que ‘Cronos’ no perdona, es para recordar cómo nació “Danny”, el nombre del hijo con capacidades diferentes con el cual jugaba, me pintaba de payaso y me ponía una peluca de estambre, la cual todavía recuerdo, le tocaba la guitarra, le hice unos muñecos de guiñol ‘Don Lucas y un conejito’, cuando me di cuenta ya tenía un espectáculo, el cual compartía con mis vecinos, después con los familiares y de esta manera nació el payasito que después me dio de comer y me ayudó a crecer a mis tres hijos, todos profesionistas, gracias a Dios me ha dado una buena esposa”, comentó.

“Los padres que cuiden mucho a sus niños, ante el mundo en medio de la tecnología que nos acosa virtualmente a todos a pesar que vivimos en un medio que no es malo, pero hay que darles a los pequeños valores morales y desde luego la creatividad”, dijo por último.

Por Julio Jiménez Mendoza