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Ariel Avilés Marín

En una memorable conversación con el Dr. Silvio Zavala, en su casa en CDMX, en el mes de julio de 1992, el tema versó sobre cómo la Liga de Acción Social debería abordar el V Centenario del Descubrimiento de América; si usar la frase acuñada por el Mtro. Miguel León Portilla: “Encuentro de Dos Mundos” o cuál usar. Sin mucho reflexionar, el Dr. Zavala me dijo: “La visión de León Portilla es muy estrecha. ¿Dónde deja a las culturas de la negritud? ¿A la nao de China que llegaba por las costas del Pacífico? ¿O la migración libanesa de principios del S. XX, que tanto ha aportado a nuestra cultura? ¡Qué profunda razón tenía el Dr. Zavala!

Nadima Simón Domínguez es una descendiente directa de la fértil y laboriosa migración sirio-libanesa que llegó a Yucatán en los años iniciales del siglo pasado; Siria y Líbano, ahora países perfectamente definidos, en ese entonces formaban parte del Imperio Otomano, o sea, eran parte de Turquía, así que todos los migrantes de esa época entraron a nuestra tierra con pasaporte turco, por lo que la visión popular lo rasó a todos, por parejo, como turcos. Nadima Simón nos recibe en su casa familiar, la que fue de sus padres, a un costado de la Iglesia de Santa Ana, en el corazón del antiguo barrio del mismo nombre.

Nadima nace en Mérida, y aquí cursa sus estudios desde Jardín de Niños, en el Colegio Consuelo Zavala, y primaria, secundaria y preparatoria, en el Colegio América, institución de la congregación de las madres teresianas. Desde su adolescencia empieza a destacar, al terminar su preparatoria en el Colegio América se gradúa con calificaciones extraordinarias, por lo que la congregación de las teresianas la envía becada a continuar sus estudios en la Ciudad de México; así, Nadima ingresa a cursar sus estudios profesionales en la UNAM.

En la máxima casa de estudios de nuestro país, Nadima cursa la Licenciatura en Contaduría Pública, después, su Maestría en Economía, y finalmente es Doctora en Administración por la UNAM. En su propia Alma Mater, Nadima ejerce la docencia por cuarenta y seis años, y es asesora de múltiples tesis de sus alumnos; treinta de estas tesis obtienen Mención Honorífica, y poco a poco se va construyendo un prestigio y una fama bien ganada de ser una destacada economista mexicana. Cuando, después de esas más de cuatro décadas de labor magisterial, Nadima se retira de la cátedra, la Facultad de Contaduría y Administración de la UNAM, la declara Maestra Emérita, distinción que ninguna mujer había recibido de esta importante institución académica.

Además, es una excelente pianista concertista; fue discípula de la destacada Mtra. Mercedes Heredia Nicoli. En el ámbito de la UNAM ha participado como solista o acompañando a ejecutantes de otros instrumentos en recitales y conciertos en diferentes recintos culturales de la máxima casa de estudios.

Durante su ejercicio profesional la Dra. Simón ha publicado importantes libros especializados en su campo de acción. Entre los más destacados podemos mencionar: Asociación y Cooperación de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas, Vinculación Universidad, Industria Automotriz y Gobierno, y Hacia una Administración Sustentable. Ha recibido numerosas e importantes distinciones, como: El Premio Universidad Nacional en Docencia en Ciencias Económico Administrativas, conferido en 1996. El Premio Universidad Nacional en Investigación en Ciencias Económicas y Administrativas, en 2002. La Medalla “Eligio Ancona” de la UADY, y que es la presea más importante que se otorga en Yucatán, en 2004. En dos ocasiones se le ha conferido el Premio “Jesús Silva Herzog”, del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, la primera en 1992, por su investigación sobre Altos Hornos de México, que acababa de ser vendida y privatizada; y la segunda en 1996, por su investigación sobre Empresas Integradoras en México. Apenas el pasado 24 de junio, la Embajada de Líbano en México y la Asociación Premio Biblos, le confirieron el Premio Biblos 2019, en el Area de Humanidades. “En el área de Ciencias, lo compartí con el Dr. Antonio Soda”, expresa con gran satisfacción.

En el año 2001, funda y preside la Federación Mexicana de Universitarias; su presidencia fue de dos años 2001 y 2002; dentro de la misma agrupación, es miembro del Consejo de Honor, junto con distinguidas personalidades como las Dras. Olga Sánchez Cordero, Patricia Galeana, Margarita Almada, Estela Morales y Eloísa García Barragán. Fueron también destacadas integrantes de este consejo, personalidades como Doña Griselda Alvarez, quien fue la primera mujer gobernadora de la república, en el Estado de Colima; y Doña Clementina Díaz y de Ovando, primera directora del Instituto de Investigaciones de la UNAM. “Fueron grandes mujeres, ellas abrieron brecha para la mujer en el plano nacional”, dice con el entusiasmo reflejado en el rostro.

Con gran emoción va abordando temas que llaman su atención y sobre los cuales tiene una visión clara y una postura definida. En primer término aborda su preocupación sobre la compatibilidad entre administración y sustentabilidad, tema que ha trabajado en un macro proyecto de la Facultad de Contaduría y Administración de la UNAM. “Es indispensable avanzar hacia el desarrollo sustentable en las dimensiones social y ambiental; hay que buscar el equilibrio”, dice categórica. “El mundo ha avanzado sobre el paradigma económico, buscando tan sólo ganancias; es irracional pagar mal a los trabajadores, contaminar, producir enfermedades ¡sólo importa ganar!”, señala con gran fuerza y convicción. “Tanto el gobierno, como las empresas deben tener ganancias, beneficios económicos, pero procurando cuidar a las comunidades, la calidad de vida de los trabajadores”, continúa. “Una economía con sentido social y cuidando el medio ambiente y los Derechos Humanos, es el camino correcto”, subraya tajante.

Es una feminista convencida y con fundamentos sólidos. “Desde la Federación Mexicana de Universitarias, todas trabajamos para mejorar las condiciones de la mujer mexicana, sus derechos, sus salarios y su educación, y evitar la discriminación, buscamos la igualdad de género”. Sobre la despenalización del aborto es clara y tajante: “Quien tiene derecho sobre su cuerpo es la mujer; no se trata de promover el aborto, ni aconsejarlo, es tan sólo respetar el derecho a decidir”, concluye. También es clara su visión sobre la unión entre personas del mismo sexo. “El matrimonio igualitario es un Derecho Humano sin ninguna duda. El amor es el sentimiento más bello que existe y no reconoce distinción de ninguna clase. En la sociedad, todo se construye; el matrimonio hombre-mujer se construyó como La Familia, con la connotación de natural, pero no lo es necesariamente. Todo mundo sabe de parejas de hombre y hombre, o de mujer y mujer, pero con la condición de que sea un secreto bien guardado, y lo aceptan así, ¡eso es una hipocresía!, termina contundente.

Nos despedimos de Nadima Simón, con la convicción de haber conocido y platicado con una yucateca destacada a nivel nacional. Una verdadera yucateca de avanzada.