La Cartilla Moral de Reyes

sábado, 17 de agosto de 2019 · 04:21

Hernán Ruz González

En el próximo inicio de clases en escuelas de educación básica, además de los libros de texto gratuito y otros apoyos que se canalizan a los estudiantes y profesores, por iniciativa del gobierno de la Cuarta Transformación se distribuirá en planteles educativos la llamada Cartilla Moral de Alfonso Reyes, derivada de una reflexión sobre los principios y los valores que pueden contribuir a que en nuestro país, en nuestras comunidades, haya una convivencia armónica y respeto a la pluralidad y a la diversidad. El propósito de las autoridades federales al hacerle llegar a los profesores de México ese documento elaborado en 1944 por un distinguido mexicano ganador del Premio Nacional de Ciencias y Artes en 1945 y reconocido internacionalmente por su acervo, su desempeño diplomático y el legado que derivó de su trabajo para la literatura universal, se fundamenta en la necesidad de orientar a las nuevas generaciones de mexicanos a través de la enseñanza, a una formación que se cimiente en conductas y actitudes que permitan alcanzar la paz entre los mexicanos. Bajo la recomendación de que el mentor se comprometa a leer ese documento integrado por catorce lecciones (trece con orientación temática y una para resumir contenidos), con la finalidad de transmitir a sus alumnos principios que pudieran normar su criterio y orientar su conducta, el Gobierno Federal pretende transformar las instituciones dedicadas a la formación de nuevas generaciones, en instituciones amables y comprometidas con el respeto a la sociedad, a la comunidad y a los mismos valores que conforman la identidad de quienes comparten espacios en el territorio nacional. Tras la lectura de la Cartilla Moral los profesores mexicanos podrán disponer de elementos para transformar a los niños y jóvenes que acuden a sus aulas, mediante un principio de convivencia basado en normas elementales de convivencia, que no sólo aplican en el ámbito escolar, sino que se extienden al mismo entorno de los planteles, a la relación con los padres de familia, las autoridades y, en especial, la construcción de actitud que por vía de respeto reduzca la violencia y el desorden que hoy se padece en el país. El profesor encontrará en ese documento que se incluirá entre el material escolar que llegará a las escuelas, recomendaciones sobre la importancia de actuar ajustado a los reglamentos internos de los planteles, las bases para hacer del civismo el vehículo de transformación de sus alumnos y reflexiones sobre la trascendencia de hacer de cada centro educativo un lugar para la trasformación cualitativa de la nación. Hoy, lamentablemente, los profesores han hecho de las escuelas sitios incómodos para su entorno, al evadir el orden en el uso de espacios para sus vehículos, desobedecer los reglamentos de tránsito, organizar festejos con música a alto volumen, sin apenas reconocer el mal ejemplo y la confusión que generan entre sus alumnos. Un maestro debe ser guía y referencia de sus estudiantes, de allá la trascendencia de aprovechar la Cartilla Moral para retomar el sentido responsable que debe orientar al educador. Hacer de la Escuela un sitio amable implica que los responsables de cada plantel comprometan su autoridad para orientar a los profesores a respetar el entorno de las instalaciones que ocupan. Forjar a mentores que se constituyan en ejemplo de las nuevas generaciones y trascender del criterio de que les pagan por llegar al aula y cubrir su horario, puede servir para armonizar la vida en las comunidades donde ejercen su labor y permitirá que en el tiempo se integren a la memoria histórica de sus instituciones educativas, como lo hicieron muchos de sus antecesores, hoy reconocidos en el Altar de la Enseñanza. No basta con ser Profesor, hay que justificarlo dentro y fuera de la escuela.