Arte y la cultura, elementos de 'salvación social' en el mundo

El arte y la cultura son anclas de salvación social, porque permiten la unión en la diversidad, el crecimiento espiritual y la invención de otras realidades posibles y mejores, es una herramienta para combatir diversos males que hay en el mundo, desde la pobreza, el cambio climático y los derechos humanos, hasta la paz del mundo, aseguró la promotora cultural, cantante y actriz, Silvia Káter, quien comentó que al arte hay que apoyarlo.

“Nos aferramos a las artes porque significan esperanza, esta reflexión que aparentemente es un lugar común, es un lema imprescindible hoy en día, la música, el teatro, la danza, la literatura, las artes plásticas y visuales son tablas de salvación social, porque integran una formación real e incluyente, la libertad de expresión, de pensamiento, de creencia y de ideación, la dignidad y el bienestar colectivo de todas las personas”, dijo.

Comentó que el amor al arte es lo que mueve a los artistas, pues indicó que los recursos económicos no siempre son fáciles de conseguir, por lo que tienen que recurrir a becas o financiamientos, sin embargo, la oportunidad de recibirlos son escasas, por lo que todo lo hacen con toda la pasión.

“Al igual que en muchas ocasiones no sabemos si nos va a ser redituable económicamente, o ni siquiera de recuperar lo invertido, pero seguimos trabajando duramente, con pasión, remando contra corriente, soñando, apostando por las artes, nos resulta impensable abandonar nuestros sueños, y cuando esos sueños son abrazados por el público, las instituciones o por las empresas privadas lo agradecemos con todo el corazón, por eso hay que cuidar a nuestros artistas” dijo.

Comentó que desde Silka Teatro Andante y Corriendo con Lobas, en conjunto con Liliana Hernández, se han propuesto crear un espectáculo que no solo entretenga, sino que trascienda.

“El tiempo de AbrazArte, reflexiona sobre la urgencia de cuidar a las y los artistas, como salvaguardas de la libertad, la trascendencia, la libertad, la paz, la belleza y la justicia, en esta puesta en escena retratamos la historia de una madre y su hija ambas titiriteras que cansadas de la situación dificil que atraviesan en el ejercicio de su quehacer artístico emprenden un viaje metafórico, para encontrar un espacio ideal para vivir, convivir, compartir su arte y recuperar la esperanza de construir bienestar a partir de sus propias necesidades”.

“Por estas razones es una obra muy significativa para nosotras como creadoras escénicas, porque sabemos que el teatro posee características propias e importantes, como la sublimación, o sea, la transformación de algo común y corriente en algo especial y atractivo, esta obra está dirigida especialmente a públicos de adolescentes y jóvenes, pues intentamos contribuir a la formación de las nuevas generaciones, para que tengan una sensibilización y gusto por las artes, donde avocamos también a la inclusión, a la identidad de género y sustentabilidad”, finalizó.

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NM