Tren Maya amenaza a comunidades rurales; no están hechas para turismo masivo

Un activista del Consejo Regional Indígena y Popular de Xpujil, indicó que el tipo de personas que visitan las comunidades rurales es diferente al turista masivo debido a la falta de infraestructura para recibirlos
miércoles, 11 de noviembre de 2020 · 22:14

Un activista del Consejo Regional Indígena y Popular de Xpujil (CRIPX) explicó que turísticamente, el tren maya amenaza a las comunidades rurales y a las reservas naturales porque no están hechas para el turismo masivo.

Romel González, coordinador de democracia y desarrollo del (CRIPX), declaró que el turismo que acostumbra a visitar lugares como Cancún, es un turismo masivo y por ejemplo, una reserva de la biosfera como es Calakmul puede ser devastado con este tipo de viajeros.

Esto lo mencionó el activista y experto en turismo en reacción a las declaraciones de Ricardo Jiménez Pons, director del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), dependencia encargada del mega proyecto, quien en una entrevista  a Forbes, aseguró que con el tren buscarán un equilibrio turístico entre las zonas marginadas y las de opulencia como Playa del Carmen, Mérida y otras urbes de la península.

Romel declaró que el turismo biocultural o turismo natural, que es el que normalmente se realiza en el área patrimonio mixto de la humanidad, no es de aglomeraciones y busca una lograr una interrelación entre los turistas y las comunidades.

En cambio, el turista masivo, únicamente prefiere la comodidad, busca que todo sea incluido y paga por permanecer y disfrutar de un espacio como lo es un hotel. “este turismo no busca conocer a la gente que habita en estos lugares”, agregó el activista.

Aseguró que para llevar turistas reservas y pueblos en cantidades similares a las que visitan las playas y hoteles de la Riviera maya, no es factible para lugares como el municipio de Xpujil puesto que para el disfrute de estas personas se requeriría hacer obras como hoteles, restaurantes, entre otras que causarían deforestación y otras afectaciones a los comunidades.

El coordinador mencionó que por ejemplo, en Chinchen Itzá llegan en temporadas vacacionales seguramente más de 50 mil personas, sin embargo este sitio arqueológico cuenta con infraestructura para recibir tal número de visitantes, además de que existen carreteras por donde los turistas pueden trasladarse fácilmente a ciudades como Mérida.

Sin embargo, una zona arqueológica como Calakmul, solo puede recibir una carga aproximada mayor a dos mil personas durante un día, de lo contrario se podría crear una invasión a áreas verdes. Además, para llegar a esta reserva solo existe un camino, que está a dos horas de la cabecera municipal del municipio, mismo que no cuenta con lugares que sean del disfrute de los turistas.

Ante ello, Romel González dijo dudar de la capacidad de Jiménez Pons, pues no se pudo hacer este proyecto sin tener conocimientos de turismo, porque es lo que parece.

Por Juan García