100 años de Luis Echeverría, el Presidente acusado de genocidio: INFOGRAFÍA

Hoy, Luis Echeverría Álvarez se convirtió en el expresidente de México más longevo de la historia, pues cumple un centanario de edad
lunes, 17 de enero de 2022 · 09:58

Nacido un día como hoy, pero de 1922, Echeverría Álvarez fue presidente de México desde el 1 de diciembre de 1970 hasta el 30 de noviembre de 1976. Previamente, ingresó al PRI en 1946, se desempeñó como oficial mayor de la Secretaría de Educación Pública, aunque también se le recuerda por haber sido subsecretario de Gobernación, y posteriormente nombrado secretario de Gobernación por el presidente Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970). Desde ese cargo saltó a la candidatura presidencial en 1970 hasta el fin de su sexenio, en 1976.

Sin embargo, el mandato de Echeverría Álvarez estuvo marcado por un evento clave: la segunda represión estudiantil, el 10 de junio de 1971, conocida como “El Halconazo”, que dejó un saldo de al menos 17 muertos y decenas de desaparecidos.

Como todas las gestiones de los Presidentes de la República, el sexenio de Echeverría no fue la excepción y dejó herencias y dolores a los mexicanos, lo que le convirtió en un Presidente de claroscuros. En esta edición de POR ESTO! recapitulamos los yerros que distinguieron el mandato de Echeverría Álvarez, el expresidente centenario.

Golpes a la Nación de Luis Echeverría

En el sexenio de Echeverría se llevó a cabo la llamada Guerra Sucia, un acontecimiento de baja perfil que terminó con notoriedad histórica, pues estaba dedicada a frenar a los movimientos armados de oposición que surgieron tras la masacre estudiantil de 1968. La Guerra Sucia implicó la desaparición forzada de cientos de personas y disidentes a aquel gobierno federal.

Por ello, años después, Echeverría fue en el primer expresidente mexicano en recibir dos órdenes de aprehensión por presunto genocidio, por lo que debió cumplir una prisión domiciliaria, aunque al final fue absuelto en 2009. Asimismo, al sexenio de Echeverría se le atribuye una inflación generada por sus políticas públicas y el constante incremento al salario mínimo de los trabajadores, el cual, a la postre, se desvaneció por la devaluación e inflación que quedó al final del sexenio. Inclusive, durante el mandato de Echeverría se registró la primera crisis económica nacional.

El entonces Presidente optó por la compra de empresas al borde de la quiebra para mantener el empleo, aunque los manejos quedaron marcados por la ineficiencia y la corrupción.

Del mismo modo, quedó atrás el tipo de cambio fijo que existía desde 1954, de $ 12.50 por dólar, para que al final de su sexenio se elevara hasta los $ 25.50 por dólar. Las gestiones del “Echeverrismo” derivaron que la deuda externa aumentara de 6 mil millones de dólares, herencia del sexenio de Gustavo Díaz Ordaz, a más de 20 mil millones.

México terminó aquel mandato con una marcada incertidumbre económica, aunada a la crisis internacional generada por la escasez de petróleo, que aumentó de forma considerable el gasto público, con papel moneda sin valor y contratando deuda.

Echeverría, Legado al futuro

Paradójicamente, bajo la gestión de Luis Echeverría, la economía mexicana creció a un nivel de 6.1 %, impulsó el desarrollo de puertos marítimos, como Puerto Madero, en Chiapas, y Lázaro Cárdenas, en Michoacán.

También, en su sexenio se crearon el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y el Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe). Otras instituciones que surgieron en la era Echeverría fueron el Colegio de Bachilleres y la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM); el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) y el Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe), entre otras.

Herencia de Echeverría a AMLO 

Aunque Echeverría se retiró de la política hace muchos años, tres de sus excolaboradores continúan en la administración pública e incluso forman parte del movimiento de la Cuarta Transformación, que lidera el actual presidente Andrés Manuel López Obrador.

Primero, Porfi rio Muñoz Ledo fungió como titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) en el periodo de 1972 a 1975, durante el sexenio del exmandatario Luis Echeverría.

Inició su carrera como militante del PRI en 1952 y a la postre se cambió al PRD. Incluso, en 2006 fue asesor de López Obrador. El último cargo que desempeñó fue como diputado federal, ya como militante de Morena.

Por otro lado, Manuel Bartlett Díaz es actualmente el director general de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), sin embargo, durante el mandato de Luis Echeverría, fue director general de Gobierno de la Secretaría de Gobernación (1970- 1976). Como parte de ese cargo, asumió el control de la Comisión Federal Electoral, antecesora del Instituto Nacional Electoral, donde gestionó los procesos electorales del país, así como las asignaciones de diputados y senadores que integraban el Congreso de la Unión.

Salido de filas priistas, Bartlett hoy en día es para de la 4T, aunque su nombramiento conllevó críticas al presidente López Obrador, por ser el funcionario responsable de la famosa “caída del sistema” en las elecciones presidenciales de 1988, cuando Carlos Salinas de Gortari resultó electo y a quien López Obrador ha señalado como el líder de la “mafia del poder”.

Finalmente, Ignacio Ovalle ejerció como secretario de la Presidencia de México de 1975 a 1976 bajo el manto de Echeverría, en cuyo puesto se encargó de planear estrategias y funciones de las otras dependencias de la Administración Pública federal. En la actualidad, Ovalle también es 4T y funge como director general de Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex), que forma parte de la Secretaría de Desarrollo Rural, la cual fue creada para el presente sexenio por López Obrador. De forma concreta, Segalmex tiene el fi n de apoyar a los pequeños productores de maíz, frijol, arroz, frijol, trigo y leche para proyectar sus ventas a nivel nacional.

Coincidencias con la actualidad

A través de la historia, a Echeverría se le ha considerado como el “Padre del Populismo Contemporáneo”, debido a que su sexenio estuvo marcado por la inclinación hacia las políticas públicas y sociales, aunque ese modo de gobierno también ha dejado agudas resacas a la economía nacional para la posteridad.

El politólogo Ulises Corona, profesor de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Nacional Autónoma de México, opinó echar una mirada al pasado debe servir al Gobierno Federal en funciones para analizar los aciertos que permitan nuevas conclusiones gubernamentales a favor de la sociedad y evitar los errores que tanto han costado al capital económico y social de los mexicanos. En tres años, la historia juzgará.

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JG