Walmart y Aguakan se niegan a saldar finiquito a trabajador desde hace 13 años en Playa del Carmen
Un ex trabajador del área de limpieza de plantas en Playa del Carmen para el grupo Walmart no ha recibido su finiquito desde hace 13 años
Por seis años, Sergio Marcelo Clavel Santiago trabajó en la limpieza de las plantas de tratamiento de agua de las tiendas que forman parte del Grupo Walmart. Pero contratado por la empresa Aguakan que las tenía a su cargo, antes de que la cadena de supermercados las comprara.
Aprovechándose de la ignorancia del trabajador, que no sabe leer, ni escribir, tras seis años de trabajar para éstos y varios “patrones” que le daban las órdenes, en el 2011 lo despiden y desde entonces, a la fecha, no le han querido pagar su finiquito y, por lo que han pasado 13 años desde entonces.
Para esto, se han valido de diversas mañas legales, diciendo que trabajaba para la otra empresa.
La última ocasión, por si no fuera suficiente, los de la Junta de Conciliación Laboral, le dijeron a Sergio Clavel que tenía que ir hasta Guadalajara a notificar a Aguakan, porque ahí están las oficinas de la empresa que se dedica a la limpieza de las plantas, cuando opera aquí y lo contrató en Cancún.
Por lo anterior, dudó de la labor que este organismo realiza para su causa. “Tengo demanda laboral en la Junta desde el 2011 y no le han dado cumplimiento, me traen vueltas y vueltas, no han hecho nada”, acusó, “ahora me dicen que vaya a buscar a la empresa, que está en Guadalajara, cómo voy a ir si estoy en Playa del Carmen y no tengo dinero”.
Por el tiempo que ha pasado, ya ni sabe si los que fueron sus jefes directos trabajan en alguna de estas dos empresas.
“A mí me contrata un administrativo de Aguakan, de las plantas de aguas residuales”, expuso, “ellos le dan servicio a Walmart, pero soy empleado de Aguakan; me mandaban cinco patrones y, haga de cuenta, le servía a todos”.
“Trabajé en esas tiendas y ellos dicen que la empresa le trabajaba a ellos”, resumió. Posteriormente, Walmart quiso llegar a un acuerdo y sólo otorgar 50 mil pesos, que no aceptó por lo que se ordenó un embargo de las plantas de tratamiento.
Pero, es cuando con la posible complicidad de la Junta de Conciliación le dan vueltas y vueltas, “para que me aburra y deje el caso y se aprovechen de mi dinero”. Ahora, para notificar a los empresarios en Guadalajara, dicen que las oficinas están en venta y no hay respuesta telefónica.
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AT
