Por segunda ocasión consecutiva se ha detenido la movilización de los derechohabientes del ISSSTE que están inconformes debido a la falta de servicio, pese a que han transcurrido dos meses desde la reapertura de la Unidad de Medicina Familiar (UMF) de la isla.
Durante este último intento de manifestación, el Gobierno Municipal amenazó con despedir a quienes insistieran en expresar su inconformidad; una situación que ya se había vivido durante la ceremonia de reinauguración de la UMF.
Una de las personas que había planeado unirse a la manifestación declaró que “queríamos protestar por la falta de energía eléctrica y las deficiencias en el servicio, pero nos presionaron para que desistiéramos, si queríamos mantener nuestros empleos”.
Este tipo de persuasión ya había ocurrido el 4 de agosto, durante la reapertura de la UMF, cuando los manifestantes buscaban llegar a un compromiso con el Director General de la dependencia federal, Pedro Zenteno Santaella, para mejorar el servicio de consulta y la distribución de medicamentos. Aunque en esa ocasión no hubo manifestación, el funcionario federal se comprometió a atender las demandas de los usuarios y subrayó que “la salud antes era un negocio, hoy es un derecho humano”.
Se llevaron a cabo trabajos de remodelación, ampliación y renovación de la UMF en beneficio de 3 mil 461 derechohabientes, lo que les permitiría recibir atención médica en instalaciones dignas, equipadas y con suficiente personal, sin necesidad de trasladarse a Cancún. El objetivo era garantizar el acceso a la atención médica como un derecho fundamental.
Sin embargo, a pesar de las mejoras realizadas, la UMF sigue sin tener servicio eléctrico debido a problemas en la instalación, que no cumple con las normas establecidas por la Comisión Federal de Electricidad (CFE). La empresa constructora ha sido solicitada para que rectifique esta situación, pero no se ha realizado ningún trabajo en el inmueble.
La falta de electricidad ha llevado a que no haya servicio médico disponible en la unidad. A algunos usuarios, como Carlos Maldonado, exlíder sindical del Gobierno Municipal, se le negó el servicio debido a la falta de energía eléctrica, pese a que se observó una laptop funcionando con un cable conectado a un edificio cercano.
En resumen, la UMF ha enfrentado problemas continuos desde su reapertura, incluyendo la falta de electricidad, que impide que los pacientes reciban atención médica, a pesar de las mejoras realizadas en las instalaciones.
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HS