Pasa desapercibido el Día de los Padres en Lázaro Cárdenas

Para algunos padres de familia, este domingo será de fiesta; para otros, como don Liberato Cocom Cupul, será una fecha como cualquier otra en la que deberá salir a trabajar para ganarse el sustento diario, sobre todo porque recién salió del hospital y le ordenaron hacer sus análisis médicos de presión y de azúcar.

Explica que no hay recursos para alguna modesta comida, mucho menos para un festejo, pero quizá acuda a las instalaciones de la comisaría ejidal donde se repartirá cochinita a los ejidatarios que están en lucha por remover al comisariado ejidal, por presuntos malos manejos en los recursos del núcleo agrario.

Cocom Cupul sostuvo que en su colonia son algunas las familias que se reúnen para hacer alguna comida para festejar al jefe de la familia, pero los festejos son más modestos que en el Día de la Madre. Aun así, la fecha pasa desapercibida en otras familias que no tienen los recursos siquiera para hacer las tres comidas al día.

En su caso, dijo, debe trabajar este domingo y todos los días para llevar el sustento a casa. Solo tiene un hijo que también hace pequeños trabajos y no tiene recursos suficientes como para costearse una comida o un regalo, porque también tiene sus propios gastos. Aun así, con su visita y lo poco que tiene, no necesariamente un 18 de junio es el Día del Padre, puede ser todos los días.

Explicó que cada año trabaja y no celebra el Día del Padre, pero en esta ocasión existen otras razones: sus estudios y análisis para determinar qué tipo de enfermedades tiene, puesto que recientemente fue dado de alta en el Hospital de Kantunilkín y le exigieron los estudios clínicos por los médicos.

Por lo tanto, debe trabajar este domingo tratando de juntar los 900 pesos que requiere para esos análisis, lo cual le llevará varios días juntarlo, ya que en su oficio de tricitaxista, cuando mucho ganan 80 pesos diarios. Pero ya sacando los gastos, es muy poco lo que pueden juntar.

Afirmó que no espera un convivio o una comida de lujo, basta con que tenga qué llevarse a la boca y recibir la visita de su hijo. Lo más importante no son los regalos o la comida, sino tener con salud a su mujer y su hijo, confiando en que siempre llegarán tiempos mejores y de que podrá juntar los recursos para llevar a cabo sus análisis y costear los medicamentos del tratamiento que vaya a recetar el doctor y preservar su salud por más tiempo al tomar esos medicamentos que le receten.

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NR