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El pescado en Quintana Roo se vende hasta seis veces más caro durante la temporada de Semana Santa, siendo uno de los que tiene un mayor incremento a nivel nacional, junto con Sinaloa y Hermosillo, denunció la organización “Oceana”.
De acuerdo con el informe titulado “Gato por liebre”, la organización detalló que además de aumentarle el valor, bajan la calidad de los productos, lo cual podría ser perjudicial para la salud de las personas que los consumen.
“La sustitución de pescados y mariscos sucede por la falta de información y transparencia; esto permite que nos vendan una especie de menor valor como otra más cara. Nos den especies de importación o acuacultura como si fueran capturadas en mares mexicanos o compremos especies en peligro de extinción o capturadas de manera ilegal, sin saberlo”, resaltó Mariana Aziz, Directora de Transparencia de la asociación.
El informe detalla que en el Caribe Mexicano, cuando el pescado mero entró en veda, se sustituyó por la variedad basa y tilapia, que son de menor valor, provienen de la acuacultura y en su mayoría son de importación, por lo que el usuario final es el más afectado.
“Necesitamos conocer con total transparencia cómo se ve la pesca en nuestro país, qué especies se capturan, en dónde, cuándo, qué artes se utilizan para la captura y qué embarcaciones participan; esto ayuda a que la pesca se realice de manera responsable, evitando la sobreexplotación de especies pesqueras, protegiendo los ecosistemas marinos que sostienen la enorme variedad de pescados y mariscos que consumimos, así como a especies de gran importancia por su papel en las cadenas alimentarias”, continuó Aziz.
Detalló que en la actualidad, en México no se cuenta con mecanismos para recopilar y dar a conocer información acerca del pescado que comemos. Este desconocimiento del origen y trayecto de los productos pesqueros, desde el barco hasta el plato, permite que la sustitución de especies ocurra.
“Estos altos porcentajes de sustitución son un problema para los consumidores, quienes son engañados porque reciben una especie distinta a la que pagaron; para el sector pesquero, porque compite en desventaja frente a la pesca ilegal o con producto de menor precio e importado que se vende como si fuera pescado nacional y para la salud de los mares, ya que no podemos saber con certeza cuánto ni qué se está capturando”, finalizó.
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JG
