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Se acerca el fin del 2023 y los servicios públicos de Cancún, en particular el de la basura cerrarán el ciclo con un tremendo tache, tache que se extiende a los ciudadanos cada día más irresponsables y que arrojan a los camellones no solo sus desperdicios diarios, sino lo que ya no utilizan, sin importar si alguien se los lleva o los deja como adornos post navideños: Además, una mención especial para el terreno del antiguo encierro de los camiones recolectores, en la Región 104 que acorrienta y daña cada vez más la imagen del destino acumulando chatarra y contenedores, sin mencionar el olor nauseabundo de esa zona.
Las regiones 60’, 70’, 90’, las 100’, las 200’, las 500’ las zonas irregulares, prácticamente todas las colonias de la ciudad padecen el grave problema de la basura y los camellones de avenidas principales como la Andrés Quintana Roo, la Kabah, la Chac Mool, la López Portillo, la Francisco I. Madero y la Miguel Hidalgo, solo por nombrar algunas, son utilizados por la gente como basureros al libre como hemos dado cuenta en distintas notas, pero el problema lejos de aminorar, se incrementa cada vez más, sobre todo en estas fechas donde hay más desperdicios por las fiestas decembrinas, la gente compra nuevos enceres domésticos y se le hace muy cómodo cruzar la calle y arrojarlo en el camellón más cercano, provocando la molestia de los vecinos que no quieren vivir en medio de la inmundicia, porque aunque pasen los camiones recolectores de basura, los empleados no se llevan cualquier cosa.
Y es que la gente deja salas completas, colchones recargados en los árboles, escusados, cascarones de refrigeradores, como lo constatamos en un breve recorrido por la Región 101, donde algunos vecinos dicen que es la misma gente que vive por ahí pero que lo hace de noche, incluso han pensado en contratar a alguien para que limpien porque es insoportable vivir así, de hecho, ese camellón de la avenida 137 divide a las regiones 101 y 102, donde hay incluso negocios de comida y la panorámica es horrible, sin hacer mención de olor.
De hecho, un visitante que pasó por el lugar preguntó si esto era Cancún y el mismo se respondió que era la ciudad más cochina que había visitado, de ese tamaño es la imagen que da las condiciones de esta ciudad a los visitantes.
Por Esto! siguió su recorrido por la avenida Miguel Hidalgo, a la altura de la Región 104, donde se encontraba el encierro de los camiones recolectores de basura, que desde hace tres años no es más que un “cementerio” de chatarra y de contenedores, muchos de ellos en buen estado, según se puede apreciar, pese a lo largo de la maleza, pero ahí están arrumbados, cuando las autoridades podrían darle un buen uso en una ciudad plagada de basureros al aire libre, ¿o acaso no los han visto? Solo hay que tener voluntad para resolver algunos temas prioritarios y la basura es uno de ellos.
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HS
