Restaurantes en Holbox, los más afectados por el aumento de precio en insumos

La industria restaurantera en Holbox se enfrenta a grandes dificultades debido al aumento significativo de los costos de insumos, servicios e impuestos
lunes, 16 de octubre de 2023 · 06:56

El aumento de los costos de insumos, servicios e impuestos está teniendo un fuerte impacto en la industria restaurantera de la isla. Para evitar un cierre completo, muchos establecimientos han tenido que tomar medidas drásticas, como vacaciones obligatorias para el personal o cierres temporales. Se espera que la temporada invernal traiga cierta recuperación, aunque no será suficiente para resolver por completo la situación, según lo expresó Francisco Aguilera, miembro de la sociedad gastronómica de Holbox.

La gasolina se ha convertido en el principal factor detrás de estos incrementos, ya que afecta tanto al transporte terrestre como marítimo de los insumos que llegan a la isla. Alrededor del 80 por ciento de estos insumos se importan desde fuera de la isla, incluyendo productos básicos como tomates, cebollas y limones, necesarios para la preparación de platillos en los restaurantes. Incluso el pescado, que es local, presenta precios elevados en la isla debido a los costos asociados al transporte de insumos.

El traslado de productos a la isla resulta costoso para los proveedores, ya que deben pagar cinco mil pesos por la entrada y otros cinco mil por la salida para cruzar. Para cubrir estos gastos y mantener sus operaciones, los precios en Holbox se multiplican, como se puede apreciar en el ejemplo del kilo de tomate, que en un centro comercial de Cancún puede costar 16 pesos, pero en la isla alcanza los 73 pesos por kilogramo.

Debido a estos altos costos, los platillos en la isla también tienden a ser caros, ya que los restaurantes necesitan recuperar sus gastos, pagar a sus empleados y cubrir los costos de servicios e impuestos. Por ejemplo, Aguilera menciona que una hamburguesa en su restaurante, Arte Sano, tiene un precio de 200 pesos con un margen de ganancia de 40 pesos. Sin embargo, en otros lugares, la misma hamburguesa puede llegar a los 400 pesos, lo que resulta cuestionable para muchos turistas.

La isla es conocida por ser un destino turístico costoso, pero los empresarios no son millonarios, ya que también deben hacer frente a costos elevados en servicios e impuestos. En las últimas temporadas vacacionales, el turismo que ha llegado a la isla tiene un poder adquisitivo muy bajo, lo que agrava la situación.

Uno de los servicios esenciales, el suministro de agua, ha experimentado un aumento en los precios y tarifas, lo que afecta a los restaurantes. Aguilera menciona que anteriormente pagaba alrededor de mil 200 pesos al mes, cuando tenía hasta 50 o 60 mesas al día. Ahora, con la temporada baja y solo 10 mesas al día, su tarifa de servicio asciende a tres mil 500 pesos mensuales.

Además, el costo de la energía eléctrica ha aumentado con la entrada en operación de la línea submarina, y los restaurantes no cuentan con subsidios federales. Aguilera paga una tarifa de 16 mil pesos bimestrales por el uso de la electricidad, lo que incluye el funcionamiento de un congelador para la barra, otro para la cocina, luces LED decorativas y algunos focos.

Holbox se enfrenta a los impuestos más elevados del Estado. El establecimiento de Aguilera pagó este año 92 mil pesos por uso de suelo, en comparación con los 15 mil en Cancún. También se suman 47 mil en impuestos por la recolección de basura, y próximamente se implementará un nuevo impuesto estatal por la gestión de residuos sólidos, lo que representará un desafío adicional para todos los sectores.

Las licencias de funcionamiento son excesivamente caras en Holbox. La isla necesita el apoyo de los tres niveles de gobierno, ya que la situación se ha vuelto insostenible. La combinación de incrementos en los insumos, servicios e impuestos ha llevado al cierre del 30 por ciento de los negocios afiliados a la sociedad gastronómica entre septiembre y octubre, ya que no han podido cubrir salarios y otros gastos operativos.

Aguilera señala que su restaurante ofrece un salario semanal de dos mil pesos a sus empleados y debe proporcionarles vivienda, lo que tiene un costo mensual de alrededor de ocho mil pesos. Sin este apoyo, los trabajadores se verían obligados a trabajar exclusivamente para pagar el alquiler y no podrían enviar dinero a sus familias.

La afectación al sector restaurantero es seria, y por primera vez en cinco años, Arte Sano ha tenido que cerrar durante 15 días para reducir costos operativos y servicios, así como dar vacaciones obligatorias a sus empleados. La esperanza se centra en la temporada invernal y las vacaciones de fin de año que se acercan, con la expectativa de un repunte significativo que permita a los restaurantes mantenerse a flote y evitar el cierre definitivo.

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HS