Jóvenes de 12 a 17 años en Quintana Roo, vulnerables al ciberacoso sexual
Redim informó que en Quintana Roo, y sobre todo durante la pandemia por COVID, se incrementó a más de 12 mil menores de edad afectadas por acoso sexual en internet
Las insinuaciones sexuales para los menores de 12 a 17 años han ido en aumento en Quintana Roo durante la pandemia del coronavirus, pues casi 13 mil personas de este rango de edad han recibido propuestas de índole sexual, a través del internet.
Y es que de acuerdo con el informe, “Ciberacoso sexual de la infancia y la adolescencia en México” de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) en el Estado 12 mil 710 menores enfrentaron este tipo de situación.
Este hecho lo sufren sobre todo las mujeres, pues 10 mil 702 personas que fueron víctimas de este delito son de este género, por mil 936 del sexo masculino, algo que deja ver el acecho que tienen los delincuentes hacia las niñas y adolescentes quintanarroenses.
El 69.2 por ciento de estos ataques corresponden a personas desconocidas, 7.9 por ciento se da por parte de compañeros de clase o trabajo, 7 por ciento por un conocido de poco trato, en tanto que 6.2 por ciento es un conocido de vista, 5.6 un amigo, 2.3 por ciento por parte de un exnovio o pareja y 1.9 por ciento suelen ser afectados por algún familiar.
Redim pidió a las Entidades prestar atención a estas problemáticas, así como a los padres de familia el poder identificar de manera rápida si sus hijos están sufriendo este tipo de hostigamiento, que se está dando con más frecuencia en redes sociales.
“Los delitos sexuales, con frecuencia, se dan dentro de los núcleos familiares. Es muy común que el agresor sea alguien que conviva de manera cercana con la víctima, de tal manera que termina por aprovecharse de la relación de confianza o de dependencia con la misma para cometer ese tipo de delitos”, aseguró personal del citado organismo.
La institución también pidió tratar de manera adecuada los casos, pues si se presiona a los menores puede resultar contraproducente para ellos y su desarrollo, por lo que los padres deben de estar atentos a las señales.
“Aunque a veces el testimonio del niño, la niña, el o la adolescente sea poco claro, es importante que se escuche con atención y no se presione a la víctima para que cuente todo lo que le sucede para que reciba atención”, finalizó.
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CG
