Villas Otoch es un foco rojo de descomposición social en el paraíso de Cancún

A 15 años de su fundación, el alto índice de violencia hizo que el lugar fuera denominado como "Las favelas de Cancún", donde impera la impunidad
domingo, 9 de mayo de 2021 · 11:21

A casi tres lustros de su edificación, el fraccionamiento Villas Otoch Paraíso, también conocido como “Las Favelas de Cancún”, se caracteriza por un alto índice de violencia, venta de droga, drogadicción, asaltos, robos a casa habitación y otros problemas sociales.

En 2007, durante la administración de Francisco Alor Quezada, se aprobó la modificación del Polígono 11 para expandir la mancha urbana e inició la construcción de este proyecto inmobiliario, en la Región 259.

De acuerdo con la autoridad municipal, se contempló una densidad habitacional de 120 viviendas por hectárea; por lo que en las 143 hectáreas que contemplaba la demarcación se planeó edificar 17 mil 160 departamentos de pequeñas dimensiones.

Éstos fueron pensados para empleados que percibían al menos dos salarios mínimos, quienes no tenían que pagar ningún tipo de enganche, por lo que, de inmediato, fueron ocupados por la clase trabajadora, que aglutinó hasta a 10 personas en cada vivienda. Se estima que en la actualidad habitan aproximadamente 170 mil personas en este fraccionamiento.

Detona la violencia

Para 2008, los elementos de la Policía Municipal ya atendían, en promedio, 90 reportes diarios por violencia, familiar, riñas, venta de droga y robo a transeúnte. Ese mismo año, aún con algunos sectores en construcción, comenzaron las ejecuciones y otros problemas sociales.

Ante el crecimiento eminente de la inseguridad, integrantes de la Policía Ministerial denominaron al fraccionamiento “Las Favelas”, en alusión a los asentamientos irregulares en Brasil. Desde esa fecha arrastra ese sobrenombre.

Problemas sociales

Actualmente, Villas Otoch Paraíso sigue siendo una de las demarcaciones más violentas y con mayor índice de desintegración familiar, embarazos prematuros, drogadicción juvenil y feminicidios, de acuerdo con personal del Centro de Prevención del Delito.
Es considerada una zona de cultivo para el crimen organizado, que comienza a captar adolescentes mayores de 12 años para que operen como vigías y avisen a los narcomenudistas sobre los movimientos de los policías y militares.

Representantes del organismo preventivo también detectaron problemas de drogadicción y alcoholismo en menores de 11 a 18 años, todos provenientes de hogares desintegrados o en donde ambos padres tenían jornadas laborales mayores a 12 horas, las cuales no les permitían encaminar a los hijos.

El Centro Municipal contra las Adicciones (IMCA) de Benito Juárez, aseguró que también han descubierto el consumo de drogas sintéticas en menores de 12 años.

Debido al bajo poder adquisitivo de las familias, una de las sustancias preferidas entre los jóvenes es la mariguana, por su bajo costo y fácil acceso. Pero en las últimas fechas ha repuntado el consumo de cocaína en forma de piedra, también conocida como crack.

Peligro para las mujeres

Adolescentes de entre 13 y 17 presentaron embarazos prematuros y algunas de ellas incluso tuvieron dos hijos antes de cumplir su mayoría de edad.

La alta incidencia de agresiones por motivo de género provocó que la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim), ubicara a Villas Otoch Paraíso entre las ocho regiones más peligrosas de Cancún para las mujeres desde 2008, sin embargo, no se emitió una alerta de género sino hasta 2017.

Medidas infructuosas

Personal del Centro de Prevención del Delito señaló que, durante 2019, lanzaron el programa de Jóvenes Construyendo Prevención en este fraccionamiento con la participación de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal; sin embargo, la pandemia por COVID-19 provocó que se suspendieran las iniciativas sociales para rescatar a los jóvenes del alcohol, las drogas y el crimen organizado.

Consecuencias del hacinamiento

La alta densidad poblacional provocó, además de inseguridad, problemas en la recolección de los desechos, debido a que esa demarcación genera 33 toneladas de basura al día, de acuerdo con personal de Solución Integral de Residuos Sólidos Cancún” (Siresol).

En Villas Otoch Paraíso los contenedores se encuentran rebasados, mientras que pepenadores y perros esparcen la basura en las áreas comunes, lo genera un aspecto de abandono y rezago social generalizado.

Trabajadores dedicados a la recolección de basura indicaron que, a pesar de que las rutas del servicio son más frecuentes ahora, los residentes continúan arrojando desperdicios durante todo el día; además, los propietarios de los comercios y restaurantes arrojan desechos de comida y, en algunos casos, incluso vísceras de animales.

En la actualidad, el precio de renta por un departamento de una habitación se ubica en aproximadamente mil 500 pesos; sin embargo, pocas personas quieren vivir ahí, debido a la inseguridad y problemas sociales, por ello, las viviendas son desmanteladas por los propios vecinos o drogadictos.

Los mismos residentes de ese sector reconocieron que cualquier otro lugar de Benito Juárez es mejor para vivir.

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CI