Joven con discapacidad auditiva sale adelante a través del arte en Cancún

En Cancún hay 20 mil 829 personas con esta discapacidad, pero no todos tienen los mismos apoyos.
viernes, 12 de febrero de 2021 · 08:02

Gracias a sus dibujos coloridos, que le permiten explorar nuevas posibilidades, Jesús Sebastián Celis Chi pudo superar las dificultades que ha enfrentado para adaptarse a una sociedad donde hay poca cultura de la inclusión. Dice que en esta actividad encontró su lugar, en donde nada lo limita y todo es posible.

Este joven de 22 años es una de las 20 mil 829 personas con discapacidad auditiva que viven en Cancún. Con el apoyo de su familia, logra vender su arte a través de las redes sociales, y las ganancias que su actividad genera las utiliza para adquirir nuevos materiales, a fin de tener un fondo de ahorro que le permita continuar con sus estudios, porque tiene el sueño de dedicarse en un futuro a la animación digital.  

Todo parecía normal al principio

Su madre, Valentina Chi, tuvo un embarazo de alto riesgo, ya que le diagnosticaron placenta previa, por lo que se mantuvo en reposo durante siete meses; refiere que cuando nació su hijo, todo parecía transcurrir de manera normal, porque ya tenía la experiencia de dos primeros vástagos.

Relata que Jesús respondía de manera natural cuando ella lo llamaba; incluso logró decir algunas palabras, como agua y mamá; sin embargo, cuando lloraba dejaba de respirar algunos segundos, hasta que su piel se ponía color morado, por lo que el médico dictaminó que el niño padecía “espasmos de sollozo”.

En una de esas crisis, causada por un susto, perdió el sentido de la audición de manera profunda, sólo que Valentina se dio cuenta, hasta que Jesús cumplió cuatro años.

El reto familiar

Es ahí cuando el reto comenzó para Valentina; lo primero que le preguntó al médico fue si Jesús algún día iba a poder hablar, por lo que el galeno respondió que dependía del trabajo que ella tuviera con el niño; así que puso manos a la obra y lo inscribió en el Centro Atención Múltiple (CAM) en Cancún, donde estudió la primaria.

Desde muy pequeño, Jesús mostró su interés por la pintura y sus padres lo alentaban; cada que iban al súper volvían con colores y cuadernos, porque era lo que más disfrutaba hacer en sus ratos libres. Mientras él desarrollaba su visión artística, sus padres y sus hermanos aprendieron el lenguaje de señas, para comunicarse con él.

Una vez que concluyó la primaria, tuvieron que inscribir a Jesús en una escuela particular, para que estudiara la secundaría, porque no encontraron una que se adaptara a las necesidades de Jesús; sin embargo, Valentina no quitó el dedo del renglón.

Todo el apoyo

“Para mí lo más importante es darle todas las herramientas posibles, para que un día sea completamente independiente, cuando yo no pueda estar con él y ese es mi compromiso como mamá. A Jesús no le pudo tocar mejor familia que esta, porque todos hemos sido parte de su crecimiento”, dijo.

Actualmente Jesús estudia el cuarto semestre de preparatoria en el Centro de Bachillerato Tecnológico número 111 (Cbtis) con una extensión de Centro de Atención para Estudiantes con Discapacidad (CAED).

Incluso, para apoyar a su hijo, Valentina también se inscribió; reconoce que le ha sido difícil, sin embargo, lo hace para que Jesús pueda cumplir su meta.

Las pinturas que realiza este joven son en papel, madera y telas, con diferentes técnicas, pero lo que más disfruta es hacer caricaturas. Su hermana tuvo la idea de ofrecer sus pinturas en redes sociales, lo cual ha tenido mucho éxito, pues ya logró vender 50 cuadros pequeños y 12 lienzos grandes; además tiene pedidos especiales, lo que motiva a Jesús a seguir adelante.

CG