La milpa tradicional de tumba rosa y quema daba por hectárea hasta 800 kilos de maíz. Ahora con trabajo se levantan 50 kilos por hectárea, comentó el ingeniero agrónomo, Ángel Gómez Tox, quien atribuyó la reducción en la producción al constante uso de fertilizantes en los caños de siembra del municipio de José María Morelos.
Agregó que a pesar de que está generando una producción que no satisface las necesidades básicas del sector campesino, la gente la sigue trabajando porque no tiene otra opción.
Manifestó que el uso de fertilizantes, durante muchos años en la milpa, empobreció la tierra y por lo mismo, dijo, ya ni pega el maíz, además de que ahora en la península se registra un clima muy inestable todo el año.
De acuerdo con el profesionista, ahora es necesario que se retomen las tradiciones ancestrales de la producción milpa, en donde a la tierra se le devuelve todo lo que da de manera natural para que vuelva a recuperar su fertilidad.
CT