Nuevo etiquetado perjudicará a tiendas de abarrotes: Coparmex Chetumal

Para la Coparmex Chetumal, las disposiciones de la Secretaría de Salud federal sobre el  nuevo etiquetado reducirán las ventas en negocios de abarrotes.
lunes, 5 de octubre de 2020 · 10:36

El presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) en Chetumal, José Luis Mingüer Alcocer, consideró que el nuevo etiquetado de productos podría generar que las ventas de las tienditas y  micronegocios se vean afectadas, pues éstas basan sus ingresos principalmente en la venta de artículos como galletas, frituras y refrescos embotellados.

El pasado 1  de octubre entró en vigor el nuevo etiquetado frontal de alimentos y bebidas no alcohólicas preenvasados en todo México.

Al respecto, el representante empresarial en la zona sur recordó que este tipo de estrategias se han utilizado en artículos como los cigarros, a los actuales se les agregaron nuevos impuestos y hoy en día tienen impresos mensajes acerca de los daños que causa el tabaco a la salud.

Sin embargo, detalló que los impuestos aplicados a los cigarros resultaron meramente recaudatorios, toda vez que todos esos recursos que se recaudan no se destinan a tareas de prevención de la salud ni a los afectados por males relacionados con el tabaquismo.

En ese sentido, reconoció que si bien el nuevo etiquetado de alimentos y bebidas inicialmente podría desalentar el consumo de alimentos empaquetados de alto contenido calórico, por otro lado se estaría afectando directamente a las tiendas de abarrotes y micronegocios que viven de la venta de estos productos.

Indicó que las tareas de prevención para evitar la obesidad y otras enfermedades relacionadas a la mala nutrición, deben de replantearse y buscar aterrizar acciones que vayan más allá de la prohibición y el desaliento al consumo.

El presidente de la Coparmex en Chetumal apuntó que los gobiernos deben de preocuparse para que sea desde el sistema de educación pública que se implementen y se promuevan las buenas prácticas nutricionales y las actividades deportivas.

Indicó que es importante que los gobiernos promuevan el deporte e incentiven a los deportistas de alto rendimiento, para que esto sirva de ejemplo para que más niños y jóvenes puedan tener acceso a una vida sana.

Detalló que actualmente los artículos como galletas, frituras, refrescos y golosinas vienen ilustradas con grandes etiquetas de color negro y blanco para advertir sobre él alto contenido calórico.

Sin embargo, negocios de comida rápida como restaurantes dedicados a la venta de hamburguesas, pizzas, comida regional y hasta las dulcerías y cafeterías al interior de centros comerciales, tiendas departamentales y cines, no se les está aplicando la misma medida y son lugares donde se venden diferentes tipos de alimentos chatarra.

Del mismo modo, explicó que esta situación también se da en loncherías y  fonditas, donde se venden alimentos altos en grasas y azucares, los cuales no están siendo regulados de la misma manera que los negocios donde se comercializan alimentos empaquetados.

En ese sentido, concluyó que la nueva estrategia de etiquetado de alto contenido calórico solamente afectaría a los negocios que viven principalmente de la comercialización de estos artículos, como son las tiendas y los minisupers, y no de manera general a todos los negocios que venden comida considerada como chatarra.

De acuerdo con la Secretaría de Salud federal (Ssa), el nuevo etiquetado frontal de alimentos y bebidas no alcohólicas preenvasados es una herramienta que permitirá conocer si el contenido -en términos de calorías, azúcares, grasas saturadas, grasas trans y sodio- rebasa los niveles adecuados para mantener la salud; es decir, empoderará a las y los consumidores para la toma consciente de decisiones, a fin de reducir los niveles de obesidad y sus consecuencias sobre la morbi-mortalidad que produce la diabetes, el cáncer, la hipertensión, las enfermedades cardiovasculares y también COVID-19.

En la modificación a la NOM-051 de especificaciones generales de etiquetado para alimentos y bebidas no alcohólicas preenvasados, participaron la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), organismo de quien depende esta norma, la Subsecretaría de Industria, Comercio y Competitividad de la Secretaría de Economía, que coordinó su proceso, así como del Grupo Intersecretarial de Salud, Alimentación, Medio Ambiente y Competitividad (Gisamac).

Otros actores clave que contribuyeron en la producción de evidencia científica para lograr un etiquetado frontal fueron el Instituto Nacional Salud Pública (INSP), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Por José Ramos