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Escrito por Joaquín Guevara
Felipe F.G, de 34 años, de oficio albañil, con domicilio en la colonia Benito Juárez, fue víctima de la delincuencia, o de sus propios compañeros de parranda, debido a que después de continuar los festejos para despedir el año viejo, en la noche del primero de enero, el cansancio y la ingesta de alcohol, ocasionaron que se durmiera, sobre la banqueta de la calle 23 entre avenida Justo Sierra Méndez y calle 34 de dicha colonia Salsipuedes, donde lograron llevarse su celular, su reloj y hasta la camisa que había estrenado.
Según se logró averiguar entre los vecinos, que a las 22:09 horas del lunes, vieron a un hombre joven que se encontraba acompañado de otras personas y que ingerían etílicos, sobre la banqueta ubicada sobre la calle 23, entre avenida Justo Sierra Méndez y calle 34, de la colonia Salsipuedes.
Y después de trascurrir una hora, notaron que el hombre se encontraba tirado sobre la banqueta, pero este no tenía su camisa puesta y como en esos momentos hacía demasiado frío, y al temer que pudiera enfermar o hasta morir, por el descenso de la temperatura, decidieron acudir a levantarlo, y tardaron varios minutos.
Hasta que el hombre volvió a reaccionar y al preguntarle que le había sucedido, les comento cuál era su nombre y su domicilio y que se dedicaba a trabajar como albañil y que horas antes se había encontrado en el centro de la ciudad, a los tres hombres y decidieron comprar una botella de licor, la cual empezaron a beber.
Y para que no fueran molestados por los elementos policiacos, decidieron caminar hasta la calle 23 de la colonia Salsipuedes, donde se sentaron en la banqueta y hasta ese momento supo más y fue cuando lo despertaron los vecinos, pero en esos momentos no tenía su reloj, su celular y lograron llevarse hasta su camisa, que había comprado y estrenado el 31 de diciembre, para despedir el año viejo.
Y como pudo, se levantó y se dirigió con paso tambaleante a su domicilio, pero antes dijo que no levantaría ninguna denuncia ante una instancia judicial, debido a que no conoce a sus compañeros de parranda ocasional, que le habían robado.
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KR
