El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció que, con el comienzo de la veda electoral el 1 de marzo, emprenderá una gira nacional para supervisar el avance de diversas obras de infraestructura, asegurándose de no dejar proyectos inconclusos al acercarse el final de su mandato.
Durante su conferencia matutina en Palacio Nacional, López Obrador precisó que esta serie de visitas a los sitios de construcción se realizará sin convocatorias públicas, cumpliendo así con las restricciones impuestas por el periodo electoral.
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"Me dedicaré a recorrer el país, supervisando desde puentes y caminos hasta hospitales y acueductos, incluyendo secciones del Tren Maya", destacó el presidente.
Específicamente, el 27 de febrero, López Obrador se centrará en el tren El Insurgente, destacando su extensión hasta la zona de Santa Fe en Ciudad de México.
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"Es una supervisión técnica", aclaró, enfocándose en finalizar el tramo que permitirá conectar Zinacantepec con Santa Fe, cubriendo una distancia de aproximadamente 49 kilómetros.
El presidente reiteró su compromiso de no intervenir en el proceso electoral, subrayando que corresponderá a la ciudadanía elegir en un ambiente de comicios limpios y libres, "como nunca antes en la historia de México".
López Obrador concluyó afirmando que su administración se abstendrá de participar en las campañas, permitiendo que el proceso democrático transcurra con total normalidad.
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