Como cada año, elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México (SSC-CDMX) han colocado un cerco compuesto por vallas metálicas alrededor del Palacio de Bellas Artes y del Hemiciclo a Juárez, para evitar que estos sean vandalizados por la marcha que se tiene prevista para el 8 de marzo, cuando se conmemora el Día de la Mujer.
Las barreras de más de dos metros de altura también han sido colocadas a lo largo de edificios ubicados sobre la concurrida avenida Paseo de la Reforma y la calle 5 de mayo, por las cuales pasará la marcha.
Por su parte, la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, hizo un llamado para que la protesta sea realizada de manera pacífica, y aseguró que no habría represión, aunque sí maniobras de contención para minimizar los daños.
En este tipo de marchas, las autoridades capitalinas envían mujeres policías ataviadas con cascos y escudos antimotines, pero prescinden del uso de macanas, chorros de agua o balas de goma, armas comunes usadas por agrupamientos de este tipo.
A pesar de la pandemia y de las restricciones a las grandes concentraciones, varios grupos feministas han llamado a salir a las calles el próximo lunes 8 de marzo para reclamar a las autoridades el esclarecimiento de los miles de casos de feminicidio en todo el país que permanecen archivados.
Se tiene previsto que el número de asistentes sea reducido, pues muchas mujeres han manifestado su preocupación a que la concentración se convierta en un foco de contagio de COVID-19, pues seguir las medidas de distanciamiento social durante estos eventos es prácticamente imposible.
Las protestas contra los feminicidios, las agresiones sexuales y a favor de la legalización a nivel nacional del aborto, se han vuelto cada vez más frecuentes en todas las ciudades del país, y en muchas de ellas se han suscitado actos de vandalismo, catalogado como iconoclasia por parte de las manifestantes.
JMCG