Del deporte y otros demonios en Yucatán; años sin resultados y siguen en el poder

Años sin resultados y siguen en el poder

El basquetbol es una de las disciplinas deportivas más populares en el Mundo y en nuestro Estado no es la excepción, como quedó demostrado con las expectativas que levantó este año en el Campeonato Mundial de la especialidad.

El básquet está entre los tres deportes que más se juegan, tan solo por detrás del futbol y el beisbol; es la que cuenta con más canchas, no existe colonia, pueblo, comisaría y asentamiento que no tenga una canchita, pero es una disciplina que la ha pasado de lo peor por culpa de las ambiciones de gente de pantalón largo.

Este mal se ha replicado en todos los Estados del país, donde nos encontramos a presidentes de Asociación que llevan al frente siglos, y que simplemente los resultados cada vez son peores.

En el caso de Yucatán, el básquet no ha tenido en más de 10 años buenos resultados, de hecho, durante ese lapso no se ha podido clasificar a los Juegos Nacionales Conade, antes nombrado las Olimpiadas Nacionales.

Tampoco se han logrado resultados positivos en los Nacionales que organiza la Ademeba, los cuales son de invitación, como ejemplo está el de categoría U13 de la rama femenil, que compitió hace algunas semanas en Culiacán, donde las yucas fueron apaleadas 93-6 ante Chihuahua, 62-12 frente a Guerrero y 62-30 a manos de San Luis Potosí; solo ganaron el juego clasificatorio por 31-22 sobre Guanajuato.

Los escasos recursos, la falta de capacitación adecuada de los entrenadores y el nulo apoyo de los directivos, aunado a un arbitraje que se quedó atrás del nivel de los jugadores, son gran parte de este mal.

Tenemos dirigentes que han estado en cargos regionales y que han chapulineado en la Federación, en la Alianza y ahora en la Ademeba, pero nada han aportado a Yucatán, al menos no en los resultados, las Selecciones son el claro ejemplo de lo que vivimos, pero ¿Qué creen? Ahí siguen, sin dar resultados.

Se cuenta con un presidente de Asociación con más de 10 años en el mando, y a quien jamás se le han pedido cuentas; las Asociaciones Deportivas son autónomas, por lo que la autoridad no puede hacer nada, así que los cambios de dirigentes solo lo pueden hacer sus agremiados, por lo que muchas veces, a los disidentes les dan cuello, así que en ese barco se quedan nada más los aplaudidores, los que no critican el liderazgo.

Ya es momento de que vengan cambios en la gente de pantalón largo, que lleguen personas nuevas, jóvenes, con ganas de trabajar y de regresar a nuestro Estado a lo más alto de la Región, lo que dejamos de serlo desde hace años; hoy ya nos ganan todos.

Pero también es momento del regreso de ligas que produzcan jugadores, como lo fue en su momento el Circuito Peninsular de Basquetbol (Cipeba), de donde salieron gente de la talla de Edwin Pajarito Sánchez, Rodrigo Caballo Pérez, Víctor Moguel, por mencionar algunos. Simplemente, no producimos jugadores de alto nivel, y los pocos que han salido, hay un par de jóvenes becados por los Tigres de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), es por trabajo propio y no gracias a los directivos.

¿En qué trabajo en el mundo puedes estar por 10 años o más sin dar buenos resultados y seguir en él como si nada? Yo creo que en ninguno. Ese gran sueño solo existe en la dirigencia deportiva.

MÉXICO

Una bronca por el poder que tiene ya más de 25 años, y que aún no ha terminado de resolverse, tiene al deporte ráfaga hundido en problemas dentro de la cancha, aunado a un cambio generacional.

En los últimos años, los 12 Guerreros han logrado regresar a nuestro país a los Mundiales, no a los Juegos Olímpicos, pero con resultados que sin duda no pasarán a la historia.

Lejos están esos años donde se fue, en 1936, medalla de bronce en los Juegos Olímpicos, cuarto lugar en 1948 o quinto lugar en México 1968; así como octavo en el Mundial de 1967, y novenos en 1963 y 1974.

En esta edición se obtuvo el puesto 25, la última vez que se asistió fue en 2014, cuando acabaron 14, pero como lo podemos ver, esta generación ya no da para más, y por si fuera poco, el cambio viene más lento de lo que se pensaba.

Pero la pregunta verdaderamente importante es, ¿qué se tiene que hacer para mejorar? Primero terminar con la mafia de los dirigentes, gente que se ha enconado en la silla y simplemente no lo quiere dejar, o no le conviene dejarlo, ya sea que se llame Asociación Deportiva Mexicana de Baloncesto (Ademeba) o Federación Mexicana de Basquetbol (FMB), inclusive la Alianza.

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NM