Cómo comenzó la historia de Zinedine Zidane en el fútbol

Conoce la historia del ídolo francés de todos los tiempos, quien se consagro con el equipo del Real Madrid en España
miércoles, 23 de junio de 2021 · 10:14

Considerado uno de los mejores jugadores de los años 90, Zinedine Zidane, ídolo francés dio numerosos triunfos tanto a la selección francesa como a los históricos clubes europeos que pudieron contar con sus servicios (la Juventus de Turín y el Real Madrid). Tras retirarse en 2006, inició una trayectoria como entrenador que lo llevaría al banquillo del Real Madrid en enero de 2016.

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Nacido en el seno de una familia de emigrantes argelinos, desde muy niño Zinedine Zidane practicó varios deportes, entre ellos el judo, aunque no tuvo que transcurrir mucho tiempo antes de que el fútbol pasara a ocupar la mayor parte de su tiempo libre y se convirtiera en su mayor pasión; soñaba por entonces en emular a su mayor ídolo, el genial uruguayo Enzo Francescoli, un fino mediapunta que era la estrella del equipo de Marsella, el Olympique.

Tras jugar en varios equipos locales, en 1986 el joven Zinedine fue contratado por el Cannes, uno de cuyos dirigentes, Jean Claude Elineau, lo acogió en su propia casa. Su carácter tímido y la aparente frialdad que le caracterizan no fueron impedimento para que pronto comenzara a desarrollar sobre los campos de entrenamiento todo el potencial futbolístico que llevaba dentro.

En mayo de 1989, un mes antes de cumplir los diecisiete años, Zinedine Zidane debutó en Primera División con el Cannes. En la temporada 1990-1991 marcó su primer gol en la máxima categoría francesa y en la siguiente se hizo con la titularidad, jugando más de treinta partidos y alcanzando la cifra de cinco goles.

En 1992 abandonó el Cannes para fichar por el Girondins de Burdeos, uno de los clubes más importantes de Francia, en el que ya en su primer año se erigió en uno de sus pilares: jugó treinta y cinco partidos y marcó diez tantos, pese a que nunca se ha caracterizado por ser un gran goleador.

Sus destacadas actuaciones le llevaron a debutar con la selección nacional en agosto de 1994, en un partido frente a Chequia; por entonces, el combinado galo atravesaba momentos de penuria deportiva (había estado ausente en los dos últimos campeonatos mundiales), pero una nueva generación de futbolistas, entre los que también figuraban Christoph Dugarry y Bixente Lizarazu, compañeros de equipo en Burdeos, contribuyeron a un resurgir que se plasmó en una buena actuación en la Eurocopa de 1996.

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RM