
La ciudad de Mérida, apodada la blanca, se caracteriza por su arquitectura colonial, representada por construcciones de techos altos y grandes ventanas, principalmente en el centro histórico. La capital del estado es reconocida por el color de la cantera, que es un material propio de la región, con el que fueron construidos muchas de sus edificaciones.
Debido a esta situación, la iluminación del sol tiende a reflejar aún más, generando un efecto representativo al que la urbe debe su sobrenombre. La estructura original de las calles, trazadas a manera de un tablero de ajedrez, perdura hasta la actualidad y divide en cuatro secciones a la ciudad.
Sus barrios, que adoptaron el nombre de los santos patronos, se encuentran orientados hacia cada punto cardinal: Al Sur San Sebastián, al Poniente Santiago y Santa Catarina (hoy parque Centenario), al Oriente San Cristóbal, y al Norte Santa Lucía y Santa Ana. Esta disposición determinó las áreas consideradas "extramuros", mientras que el centro de la ciudad se reservaba para los colones españoles.
¿De dónde surge el nombre de Mérida?
El encargado de dar nombre a la urbe fue Francisco de Montejo, su fundador, quien la nombró Mérida porque las antiguas edificaciones prehispánicas que yacían en el territorio que hoy ocupa la ciudad, le recordaron a las ruinas romanas que se conservan en la ciudad homónima, ubicada en la región de Extramadura, España.