
Laure Rachelle La France cumplió medio año viviendo en el Terminal 2 del Aeropuerto Internacional de Cancún (AIC), la alimentación inadecuada, más la falta de un lugar donde dormir y descansar, pasan factura a su estado de salud, señalan trabajadores de la terminal aérea. Autoridades del lugar y federales se niegan a intervenir para dar atención y orientación digna a la extranjera.
La mujer de 52 años de edad, originaria de las Islas Vírgenes, radicaba en la ciudad de Nueva York con su madre, antes de viajar a México por una supuesta promesa de encontrar a un familiar, que al final la llevó a ser víctima del crimen organizado, ya que cayó en una célula de trata de personas, explicó la extranjera.

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Cumple un mes viviendo en el aeropuerto de Cancún: Laure, la turista estadounidense sigue sin recibir ayuda de las autoridades
Si bien al principio lo que buscaba era ser llevaba a Francia, debido a que algunos de sus familiares son de ese país, la embajada y consulado francés le negaron esa oportunidad, por tener un pasaporte norteamericano.
Resignada a la decisión de las autoridades francesas, la mujer explicó que solicitó el apoyo de la embajada norteamericana, pero la respuesta fue fría y las acciones nulas para ayudarla, ya que le indicaron que solamente podrían apoyarla si estuviera en Ciudad de México, ya que ahí se encuentra el único consulado de Estados Unidos a nivel nacional.
Entre lágrimas la mujer expresó: “me encontraba en Sonora, en ese lugar me dijeron que viniera a Cancún, y que al ser un lugar con muchos turistas norteamericanos era más fácil que me deportaran, ya que mi pasaporte estaba vencido. Por tal razón junte el dinero, mis últimos ahorros y llegué a Cancún, para mi sorpresa las autoridades mexicanas dijeron que no me podían ayudar y menos deportarme, ya que no había cometido ningún delito, además, señalaron que si me deportan yo debo contar con el dinero para pagar mi boleto”.
“No sé qué hacer, vivo de la comida que me regalan los trabajadores o los turistas, puedo ingresar a la terminal después de las nueve de la noche, antes de eso debo de estar acá afuera con mis tres maletas que son mi único patrimonio, si llueve o si hace sol, si hace viento, debo buscar dónde refugiarme fuera de la terminal. Sólo quiero retornar a Estados Unidos”, aseguró la mujer.

Al consultar con las autoridades mexicanas, como el Instituto Nacional de Migración (INM), referente al tema, estos señalaron que no cuentan con las herramientas para deportarla, debido a que no fue detenida durante algún operativo, ni ha cometido delito alguno, por lo que estar viviendo en las afueras de la Terminal 2 del AIC, no es un delito al ser vía pública federal.
Mientras tanto, personal de la Casa del Inmigrante, la cual es administrada por el DIF Municipal, señaló que ellos sólo pueden brindar la atención a extranjeros que sean remitidos por parte del INM, o bien por la FGE, con alguna investigación en curso.
Lo que más preocupa a los trabajadores del AIC, es el estado de salud de la mujer, el cual aseguran se ha deteriorado con el pasar de los meses, mostrando pérdida de peso, y somnolencia mientras espera sentada en el suelo, además de episodios de agresividad, en especial con algunos animales, en especial los perros.