
Recientemente, yucatecos han reportado un ligero aumento en los avistamientos de arañas viuda negra en sus viviendas o parcelas, causando alarma debido a lo venenoso que es este insecto en caso de una picadura.
En los municipios de Peto y Tzucacab han sido donde más se ha detectado la presencia de la araña viuda negra, principalmente en los cultivos, donde los campesinos las han atrapado y reportado a las autoridades.
Sin embargo, temen que este insecto siga extendiéndose, convirtiéndose en una plaga letal que amenace a sus cultivos y a sus familias.
Hay varias formas de detectar sobre la presencia de una araña viuda negra en un espacio, facilitando las precauciones que deben de tomar las personas.
Telaraña característica: Tiene forma irregular y desordenada, no es simétrica como el resto. Siempre está cerca del suelo en rincones bajos, escombros, madera apilada, macetas y garaje, además de que tiene textura fuerte, gruesa y pegajosa.
Forma de la araña: Identificar a la viuda negra es sencillo debido a que es negro brillante, mide entre 1 a 1.5 centímetros sin contar las patas, tiene una marca roja en forma de reloj de arena y los machos son más pequeños, de color más claro y no representan peligro serio.
¿Qué hacer al encontrar una viuda negra?
La araña viuda negra es venenosa, y su picadura puede ser peligrosa para los seres humanos, especialmente en el caso de las hembras adultas, que son las responsables de la mayoría de las picaduras.
Su veneno contiene una potente neurotoxina llamada latrotoxina, la cual afecta el sistema nervioso. Aunque su toxicidad es alta, la cantidad de veneno que inyecta generalmente no es letal en adultos sanos, pero sí puede causar síntomas intensos y requerir atención médica. Por ello se recomienda:
- No meter la mano sin mirar en lugares oscuros o con telarañas.
- Usar guantes al mover escombros o madera.
- Ventilar y limpiar regularmente espacios cerrados.
A pesar de su mala reputación, las viudas negras no son agresivas. Solo pican si se sienten amenazadas o son aplastadas accidentalmente, por ejemplo, al meter la mano en una pila de leña o calzarse un zapato donde una se haya escondido. En general, si se les deja en paz, evitarán el contacto humano.