
A pesar de la intervención de la Policía Municipal, un grupo de paracaidistas insiste en ocupar ilegalmente un terreno de aproximadamente dos hectáreas ubicado en el antiguo camino a X-Uenkal.
El predio, propiedad del señor Mario Arce, fue invadido inicialmente el pasado martes, pero los ocupantes fueron retirados por elementos de la Policía Municipal. Sin embargo, al poco tiempo regresaron y, desde las primeras horas de ayer, comenzaron a chapear la maleza, limpiar la zona y lotificar el terreno en parcelas de 10 por 20 metros para uso individual.
De acuerdo con reportes ciudadanos y la intervención de los cuerpos de seguridad, la mayoría de los invasores ha sido plenamente identificado, ya que tiene dónde vivir, pero ha participado en otros intentos de ocupación ilegal. El objetivo, presuntamente, es apropiarse del terreno y posteriormente venderlo, una práctica que ya han replicado en otras áreas del municipio.
Ante esta situación, el propietario del predio informó que interpondrá una denuncia formal ante las autoridades correspondientes para que se lleve a cabo el desalojo de manera legal. El solar cuenta con escrituras y respaldo jurídico, por lo que existe la posibilidad de que se ordene el retiro de los ocupantes mediante el uso de la fuerza pública, como ha ocurrido en casos anteriores.
Vecinos de la zona han mostrado su preocupación, ya que las invasiones no sólo afectan la propiedad privada, sino también alteran el orden y generan tensión en las comunidades. Además, se reporta que algunos de los terrenos colindantes también se han visto comprometidos por estas acciones.
Las invasiones en Tizimín no son un hecho aislado. Al menos tres zonas del municipio están actualmente en litigio por ocupaciones ilegales. Algunos de los invasores incluso han recibido apoyos de gobiernos anteriores, lo que ha generado incertidumbre entre quienes construyeron en predios sin certeza jurídica y hoy podrían perderlo todo.
Pese a los antecedentes de desalojo, este grupo continúa operando sin que se les ponga un alto definitivo, lo que ha generado molestia entre los propietarios legítimos y sectores de la población que exigen una respuesta más firme de las autoridades.