La temporada de langosta siguen registrando números negativos en la costa yucateca afectando a más de dos mil hombres de mar, ya que además de que la captura se ha desplomado en más de un 60 por ciento, ahora el precio de compra ha caído de 600 a 400 pesos.
El problema más grave se ha registrado en el Litoral Oriente, donde hay cerca de mil pescadores ribereños dedicados a esta especie, quienes centran su esperanza en tener una buena captura para poder recaudar un buen ingreso económico y dar un mejor nivel a sus familias. Sin embargo, la situación no ha sido la esperada, ya que de 40 a 50 kilos de cola de langosta que suele traer una sola embarcación cuando la temporada es muy buena, tristemente ahora solo están bajando del mar con menos de 10 kilogramos.
“Pero sin lugar a dudas lo que más les golpeó en su economía fue el precio, el cual se desplomó de 600 a 400 pesos por kilogramo, y teniendo que cumplir con la talla solicitada por las cooperativas”, señaló la comisaria municipal de El Cuyo, Neydi Yolanda Puc Gil.
Comentó que la caída en los kilos de captura es por múltiples factores, pero los más importantes y que se deben atender de manera inmediata por parte de las autoridades es la pesca ilegal o furtivismo, pues los pescadores locales ponen de su parte todo el año para cuidar el producto, pero llegan los piratas, en su mayoría de Dzilam de Bravo, y acaban con todo en cuestión de días, además está el aumento de las temperaturas en las aguas de la costa, lo que aleja las langostas.
“Las malas noticias iniciaron desde los primeros días de la temporada, ya que además de endeudarse con dinero para poder equipar sus embarcaciones y salir al mar, desconocían el precio en el que se les compraría el kilogramo de cola de langosta por las cooperativas”, apuntó Neydi Puc.
Mientras que en Progreso, la temporada de langosta, como la de mero, siguen registrando números negativos, afectando a centenas de pescadores locales y foráneos, quienes sólo tienen la ilusión que en 11 días comenzará la captura de pulpo, considerada como la de mayor derrama económica a nivel estatal y nacional.
La pesca de langosta no tuvo el arranque deseado, incluso originó que varias unidades retornen debido al huracán Beryl que llegó casi junto con el arranque de la temporada. Las indicaciones de las autoridades y las corrientes que se tienen en altamar, causaron que hasta el momento se encuentren detenidas varias tripulaciones cuya desesperación por empezar labores merma a sus integrantes.
“Los compañeros quieren salir de una vez. Pensaron que el día 16 saldría la mayoría de los barcos, pero no ocurrió, estamos a 19 de julio y todavía no se tiene el flujo en altamar que esperábamos. Es normal, nadie quiere salir y perder su inversión, pues es un gasto enorme que no regresa”, señaló Javier Irola, transportista del puerto de abrigo adjunto a la zona industrial de Chelem.
El problema no sólo es con la langosta, ya que los números que ha arrojado la temporada de mero ha generado caras largas, debido a que algunas unidades de pesca mayor ni siquiera han podido alcanzar la tonelada de producto, quedándose los pescadores sin ganancias al por mayor, pues lo que se ha conseguido sólo ha servido para cubrir la inversión de los respectivos armadores y el pago de los anticipos que obtiene cada miembro del viaje.
“Varios elementos de la pesca de escama han estado buscando a los patrones de barcos para ir por el pulpo porque saben que es mayor el pago y hay más opciones de incrementar ganancias. El mero cada año es más difícil de conseguir”, agregó Javier Irola.
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Con el pulpo, aseguraron los hombres de mar entrevistados, habrá un arranque prometedor, pues el paso de Beryl a principios de mes revolvió el mar y eso da oportunidad a que se pueda pescar con mayor facilidad el producto.
“Luego de un fenómeno meteorológico como el que tuvimos, es probable que las lanchas retornen con buena pesca. Lo malo estará en saber si habrá la suficiente producción porque fueron constantes las ocasiones en que se avistaron embarcaciones furtivas saqueando la especie en su tiempo de reproducción”, dijo el pescador Ángel Ferráez.
Hace menos de 15 días, la Secretaría de Marina Armada de México retuvo un cargamento de aproximadamente 20 kilogramos de pulpo tipo maya y el autor del delito fue un hombre de mar con especialidad en buceo y oriundo del municipio de Telchac.
Por medio de comités de vigilancia, desde el pasado mes de diciembre los pescadores progreseños han llevado a cabo varias jornadas de monitoreo para evitar que se atente contra los ejemplares.
GC