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Un análisis de los últimos dos procesos electorales en Yucatán revela un posible aumento de incidentes violentos durante las elecciones de 2024 en al menos 13 municipios que están considerados focos rojos, incluido Mérida, en los que habita el 77 por ciento de la población, es decir, que tres de cada cuatro ciudadanos vive en “zonas de riesgo electoral”.
Aunque en términos absolutos, el número de demarcaciones “en alerta”, entre 2018 y 2021, aumentó en uno, al pasar de siete a ocho, lo preocupante es que el riesgo “se mudó” de municipios como Ixil, Hunucmá, Tixkokob y Motul, con densidad poblacional media baja o baja, a los grandes centros urbanos del Estado como Valladolid, Ticul, Tekax y Tizimín, etc.
En otras palabras, hace cinco años, en los municipios donde hubo disturbios habitaban unos 322 mil yucatecos; pero, en 2021, las demarcaciones “peligrosas” concentraban a cerca de un millón 793 mil personas, o sea, el crecimiento, en número de pobladores, fue de poco más de un millón 372 mil, personas, que equivalen a 427 por ciento más.
Así, en las 13 demarcaciones con conflictos durante los comicios presidenciales de 2018 e “intermedios” de 2021, hay un millón 793 mil personas, él según datos del Censo Poblacional levantado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en 2020.
El municipio más poblado es la capital del Estado, con un millón 160 mil 404 habitantes, es decir, el 21.76 por ciento de la población total; le siguen Kanasín, con 151 mil 495 habitantes (2.17%); Progreso, con 71 mil 347 (1.34%); Valladolid, con 86 mil 852 (1.63%); y Tizimín, con 67 mil 304 (1.26%).
Otros municipios que forman parte de la lista negra de las demarcaciones riesgosas son Umán, con 77 mil 890 habitantes (1.46%); Tekax, 41 mil 264 (0.77%); Ticul, 37 mil 580 (0.7%); Motul, 31 mil 237 (0.59%); Hunucmá, 32 mil 253 (0.6%); Tixkokob, 23 mil 362 (0.44%); Celestún, 7 mil 825 (0.15%) e Ixil, con 4 mil 186 habitantes (0.08%).
Asimismo, a nivel nacional las agresiones y homicidios contra políticos y candidatos se dispararon de un proceso electoral a otro. En 2021 hubo mil 66 ataques, frente a 774 en 2018, mientras que el número de asesinatos creció de 48 a 102.
Ante este panorama, autoridades electorales locales buscarían tomar acciones para reforzar las medidas de prevención y seguridad, con el fin de garantizar que las votaciones del 2 de junio de 2024 se lleven a cabo en un ambiente de paz y tranquilidad para los ciudadanos.
Como en cada proceso, se espera aumentar el despliegue de fuerzas de seguridad en zonas identificadas como focos rojos, así como establecer mesas de diálogo con representantes de los diferentes partidos políticos.
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NM
