Erosión costera gana terreno en la Biosfera Ría Lagartos, en Yucatán

Las acciones del hombre generan un gran impacto por la destrucción o modificación de las dunas, tal es el caso de lo que ocurre en la Biosfera Ría Lagartos, en Yucatán
domingo, 11 de febrero de 2024 · 08:36

La erosión de las playas causada por fenómenos naturales y las acciones del hombre va ganando terreno en la Reserva de la Biosfera Ría Lagartos, afectando de esta manera la zona de anidación de tortugas marinas, reveló un estudio realizado por Pronatura, un grupo de especialistas y biólogos a cargo de esta área natural protegida.

De acuerdo al estudio realizado, un impacto importante se genera en la anidación de las tortugas marinas, ya que al alterarse el declive por las actividades, algunas veces los quelonios ascienden al borde de la arena, pero no pueden regresar a la playa, lo que provoca su muerte.

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En el análisis de amenazas a la Reserva, se revelaron las causas de la erosión que está afectando la costa, donde las acciones del hombre han causado grave impacto, en especial por la destrucción o modificación de las dunas. Esto ha generado que los fenómenos naturales, que también son causantes de la erosión, tengan un mayor impacto en la costa, como el registrado el pasado fin de semana, debido a la falta de defensas naturales, como las dunas, causando que el agua invadiera los puertos del Litoral Oriente.

El biólogo Julián Rojas, responsable de la vigilancia y monitoreo de la Reserva, recalcó que en un principio la vegetación de duna fue transformada por el establecimiento de plantaciones de cocos, particularmente en la zona de El Cuyo. Adicionalmente, fue sustituida o transformada por la actividad salinera.

Explicó que la extracción de sal ha modificado el declive y se han alterado los procesos naturales de sedimentación. Además, la presión demográfica en las Coloradas y El Cuyo, principalmente, ha contribuido a la deforestación de la duna costera.

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Julián Rojas mencionó que un impacto importante sobre los manglares es el desarrollo urbano, ya que los poblados más grandes como San Felipe y Río Lagartos se han construido ganando terreno al rellenar la ciénaga con desperdicios sólidos para la edificación de viviendas, mientras que en el Cuyo se ha destruido la vegetación, tanto en dunas como la que se ubicaba a poca distancia de la ría.

A su vez, la construcción de escolleras, diques y caminos ha fragmentado el hábitat tanto de playas como de duna costera, lo que modifica el declive, transforma el hábitat y altera los procesos naturales que en ellos se llevan a cabo.

Por su parte, la construcción de carreteras y bordes ha modificado el flujo de agua en el manglar, particularmente en las entradas de San Felipe, Río Lagartos, Las Coloradas y El Cuyo.

A esto habría que agregar la creciente división de terrenos para venderlos como lotes para construir casas veraniegas, hoteles y viviendas, lo que representa una importante amenaza para la Reserva.

El especialista detalló que la topografía de la Reserva se caracteriza por relieves planos o casi planos, con ligeras pendientes que permiten considerarla uniforme. En la porción Sur, se localizan los únicos lomeríos que alcanzan los 10 metros. Estas pequeñas variaciones topográficas son de gran importancia para la hidrodinámica superficial y la distribución de la vegetación.

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JG