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La salida de Mariana Cruz Poolde Morena y su regreso casi inmediato al PAN, obedecería a un chantaje político al partido que la cobijó en los últimos años y le dio cargos públicos en la Secretaría de Relaciones Exteriores, tras no recibir la candidatura de Motul, y así complicarle el panorama político a su ahora expartido.
Además, enciende focos de alerta sobre la estrategia que Acción Nacional está implementando para llevarse a quienes surgen como inconformes con los procesos internos de Morena para fortalecer su estructura electoral. En el caso de Mariana Cruz, esta estaría buscando hacer una contracampaña para "bajar" votos al partido guinda y al mismo tiempo chantajear a Morena.
En su cuenta de Facebook, Cruz Pool, la exdelegada de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), exhibió fotografías en las que se reunió con el candidato a la gubernatura de Yucatán por Acción Nacional, "destilando" "amistad" y "buenas relaciones". De hecho, lo consideró como "amigo" pese a que horas antes estaba en Morena.
Alberto Nolasco Sosa, uno de los dirigentes fundadores de Morena, señaló que aprecia a Mariana, pero tenía un pasado en Acción Nacional al que ahora parece haber recurrido cuando las cosas no fueron de su agrado en el partido guinda.
Nolasco Sosa, quien se ha erigido como uno de los críticos de las "imposiciones" en Morena, señaló que los verdaderos morenistas no se van del partido, sino que continúan luchando en el interior y que respaldan a Claudia Sheinbaum, a diferencia de lo que está haciendo Mariana Cruz Pool.
De acuerdo con varias fuentes consultadas al interior de Morena, lo que Mariana está buscando es presionar al partido, pero a vista de la gente es una "traición" política e ideológica al partido y a la gente que la cobijó cuando el PAN la abandonó. Está pateando al partido que la llevó a puestos públicos y que ahora, por no hallar los resultados pretendidos, se marcha simplemente.
Desde la perspectiva de los morenistas antiguos, los peligros están en 14 municipios encabezados por Mérida, donde está más del 50 por ciento del voto y que "quien gana Mérida, gana Yucatán". Aquí, Morena postuló a Rommel Pacheco Marrufo, clavadista olímpico, rechazado por la militancia tanto de su anterior partido, el PAN, como el actual.
Estos 14 municipios, encabezados por Mérida, Abalá, Chicxulub Pueblo, Motul, Celestún, Oxkutzcab, Xocchel, Ticul, Tecoh, Mayapán, Chichimilá, Chemax, Tizimín y Cuzamá, suman en total una población de 1 millón 474 mil 982 habitantes, conforme al último censo de 2020, que al compararlo con la población total de Yucatán, representa el 63.5 por ciento.
En caso de una debacle electoral en estas cabeceras municipales, Morena pondría en grave riesgo la gubernatura estatal.
Una versión que dieron a conocer los morenistas fundadores es que tanta molestia que generan las candidaturas de "chapulines" políticos, es que Morena nacional y estatal habilitaron un "apagafuegos" a través de varios operadores en el interior del estado, tratando de aplacar la inconformidad que no han podido decifrar ni enderezar el rumbo.
Se averiguó que uno de los operadores que estuvo activo para tratar de negociar con la militancia fue Alejandro Cuevas Mena, exdirigente del PRD, que ahora fue premiado con la diputación por el 12 distrito, con cabecera en Umán.
De hecho, cuestionaron la forma de operar políticamente de muchos dirigentes quienes no "negociaron" al mismo tiempo con los grupos que no salieron favorecidos, lo que prendió fuego de inconformidades que ahora parece imparable.
Por otro lado, Nolasco Sosa anunció que hoy pasarán de las palabras a los hechos, pues iniciarán una campaña de pintado de bardas para rechazar "a los chapulines", en la que exhortarán a la población a no votar por esos que en vez de jalar la carreta se subieron en ella, como el caso de Rommel Pacheco Marrufo, quien pasó del PAN a Morena como candidato a la alcaldía de Mérida.
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GC
