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FGR investiga a María Amparo Casar por denuncia de Pemex
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Las últimas tragedias y sucesos que se han registrado en altamar en Progreso causaron que se enciendan alarmas con las autoridades marítimas.
La Secretaría de Marina a través de la Armada de México con base en la Décimo Tercera Zona Naval, emprendió un operativo en altamar donde trascendió la retención a navíos de menor navegación y artes de pesca ilegales.
Fue personal perteneciente a la zona mencionada, quienes pusieron en marcha la iniciativa con la coordinación de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca) afiliada a la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER). Todos estos organismos han tenido participación desde el primer día de la llamada “fiebre del pulpo”.
Fue durante altas horas de la madrugada y la jornada mañanera que iniciaron los recorridos de inspección y vigilancia marítima-terrestre en diversos embarcaderos, sorprendiéndose varios hombres de mar al avistar al personal naval y Conapesca en diferentes puntos de Progreso a Río Lagartos, dentro del estado de Yucatán.
Fue justo en un par de embarcaciones ribereñas, que se hallaron artes de pesca que no están autorizadas por la ley. Parte del cargamento que se confiscó fueron trece ganchos, siete de ellos tipo “hawaianas”, diez visores, catorce pares de “aletas” que formaban parte de equipo de buceo.
Además, se resguardaron aproximadamente 27 kilos de pulpo de los cuales seis no cumplían con la talla mínima autorizada, misma que se conoce en el rubro pesquero como pulpo tipo “Baby”, por su tamaño pequeño y que normalmente sirve para el consumo de los hombres de mar.
Asimismo, formaron parte del resguardo cuatro meros rojos con talla inferior a la permitida, por lo que el personal de Conapesca procedió a levantar las actas correspondientes, conduciendo las embarcaciones a puerto donde se tomaron los datos de los tripulantes, detectando que ninguno contaba con libreta de mar.
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GC
