Las intensas y constantes lluvias que han caído esta semana han empeorado las filtraciones en la estructura de la iglesia de San Pedro Apóstol en Tekal de Venegas.
Las goteras sobre todo han afectado la bóveda de cañón que sirve como capilla para el Santísimo, situación que se debe a la erosión y desgaste de los exteriores de la construcción, así como a las raíces de árboles que invaden los viejos muros de la antigua edificación.
Noticia Destacada
Esta es la leyenda que une al Pueblo Mágico de Espita con Tekal de Venegas: HISTORIA
Por lo anterior, el agua encharca el piso del sagrario, donde todas las noches de septiembre se realiza la adoración con las llamadas Horas Santas.
Lo que preocupa a los feligreses es que no pueden intervenir en esta construcción para remediar sus defectos, ya que para hacerlo necesitan los permisos expedidos por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) o bien que los profesionales de esta institución pública hagan el trabajo.
Sobre esta situación Fernando Pool Kauil, coordinador del Consejo Parroquial, externó: “Es preocupante esta situación porque sabemos que no se puede intervenir en la iglesia, puesto que es un edificio del Gobierno, la Arquidiócesis sólo la custodia junto con la parroquia. Las lluvias y la erosión han dejado huellas que se reflejan en el desgaste de la bóveda, así como en el revoque de todo el edificio”.
El agua que se filtra se acumula en los pisos de la capilla del Santísimo en perjuicio del altar preparado para la Hora Santa, pues se moja la alfombra y otros objetos que sirven de ornato para estos retablos móviles que se han instalado por este mes de distinción eucarística en la comunidad.
Pool Kauil también detalló: “Tenemos que sacar el agua que se acumula porque el exceso de humedad puede dañar el retablo de madera que sirve de sagrario. Esta pieza está por cumplir 10 años, es obra del ebanista José Tamayo Herrera de la ciudad de Mérida y fue costeada por la comunidad católica, además es el punto de reunión más importante de todo el sitio”.
Igualmente, explicó que estas goteras comenzaron a presentarse hace más de dos años, pues en 2020 la Tormenta Tropical Cristóbal azotó tanto en el techo del templo que el agua lo atravesó y fue necesario trasladar el sagrario al presbiterio.
Asimismo, otras necesidades de mantenimiento se han presentado en la edificación como parte de su deterioro, por ejemplo, las puertas están muy desgastadas, principalmente la del lado Norte y la Central, lo mismo que el muro exterior donde está el desagüe, que ha afectado severamente la gruesa pared del templo.
Síguenos en Google News y recibe la mejor información
GC