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En el Día de San Bernabé se le realizó una procesión al adorado junto a San Bernardino de Siena, ya que ambos son considerados los patronos de la comunidad de Teya.
Este año se desarrollaron los gremios tradicionales junto al Novenario Solemne, y se organizó un fin de semana cultural, que incluyó actividades en la iglesia principal, así como un baile popular en el corredor del Palacio Municipal.
Las actividades fueron muy vistosas por la buena participación de los vecinos y visitantes que llegaron para demostrar su fe por los venerados.
Manuel Cimé Chan compartió que una leyenda muy antigua en torno a estos santos cuenta que en la Guerra de Castas, que ocurrió en el siglo XIX, los beatos salieron de la iglesia a defender al pueblo montados en sus respectivos caballos blancos.
En la solemnidad patronal se celebró la misa dominical que fue oficiada por el párroco Guillermo Loría, quien convocó a la comunidad con su mensaje: “Se debe continuar con el fervor y culto que se les profesa a los santos patronos, ellos son los que, como amigos de Jesús, logran obtener los favores que le pedimos a Dios. Además, la devoción es lo que da identidad religiosa y festiva a toda la comunidad, y en torno a nuestros adorados giran las tradiciones anuales de todo el pueblo”.
Al concluir la procesión, las imágenes de los patronos fueron puestas en su baldaquín, que fue adornado con flores que sus devotos le obsequiaron. Y salieron en procesión cargados en hombros de sus custodios, cruzando por las calles principales y finalizando con la coronación de la plaza principal.
Se destacó que la devoción en torno a San Bernabé y San Bernardino está fuertemente arraigada en la comunidad, y se cuenta con una leyenda popular, que contó Manuel Cimé Chan: “Decían mis abuelos que recordaban cuando hubo una guerra fuerte, esa que dicen que se llamó la Guerra de Castas. Me contaron que cuando los huites, como le decían a los indios que se habían levantado en armas iban a llegar a quemar el pueblo, porque ya habían quemado el cercano pueblo de Tepakán, la gente se refugió en la iglesia, como lugar santo. Justo cuando los indios se acercaban, dos hombres montados en sus caballos llegaron a donde estaban para advertirles que si venían a Teya iban a acabar con todos ellos, porque los pobladores estaban armados y envalentonados”.
Y concluyó: “En realidad aquí no había armas ni nada, sólo mucho temor. Dicen los antiguos que esos dos hombres eran San Bernabé y San Bernardino de Siena, que montaron sus caballos blancos y fueron a atemorizar a los indios, porque ellos cuando los vieron se dieron cuenta de que no eran humanos, ya que brillaba una luz sobre ellos. Tuvieron miedo y no llegaron a quemar el pueblo”.
Con la procesión de las imágenes alrededor de la plaza principal se dieron por concluidas las festividades meramente religiosas en honor de los patronos, y se espera que este domingo en la misa mayor las imágenes sean subidas a su altar, dando con esto el cierre definitivo a las actividades del mes de junio.
Según la tradición del pueblo, son dos ocasiones durante el año en las que son celebrados los santos patronos. Primero se lleva a cabo la fiesta en los últimos días de abril, en la cual tiene presencia la Fiesta del Pueblo con la Vaquería Tradicional, corrida de toros y demás actividades tradicionales propias de esta comunidad.
Por otra parte, para el mes de junio se realiza solamente el novenario a los santos patronos y titulares de la iglesia, con los gremios y convivencias de los vecinos.
Por lo que en abril y en los primeros días de mayo pasados tuvo lugar la Fiesta del Pueblo, tras tres años de suspensiones, en tanto que en junio concluyó el Novenario Solemne con la procesión.
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GC
