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Actores sociales repudian que administraciones anteriores hayan negociado el patrimonio natural de la Entidad y exhortan a las autoridades actuales a proteger, mediante la ley, las zonas costeras prioritarias como la que hoy devastan Víctor y Daniel Campos Agüero en la costa Norponiente

El Gobierno del Estado debe intervenir sin demora en Paraíso Sisal para verificar quiénes dieron los permisos y qué es lo que sí pueden hacer los dueños y, también, para proteger por ley el ecosistema costero del Estado de Yucatán, coincidieron diversos actores sociales de Yucatán, quienes mostraron su indignación y rechazo ante lo que está ocurriendo en la costa Norponiente del Estado.

El presidente del Colegio Yucateco de Arquitectos, Miguel Sosa Correa, exigió revisar quién emitió y de qué tipo son los permisos que obtuvieron los empresarios Víctor y Daniel Campos Agüero para devastar la duna costera con miras a construir un complejo habitacional de vivienda de lujo y repudió las acciones que afectan al medio ambiente.

En el mismo tenor, Luis Alfonso Rodríguez Gil, ingeniero ambiental del Instituto Tecnológico de Mérida (ITM), criticó que se hayan negociado los ecosistemas costeros que protegen el litoral, como la duna y el manglar, y pidió protegerlo por ley para evitar la devastación como la de los despiadados desarrolladores inmobiliarios.

Freddy Coral Sabido, director del proyecto Museo del Árbol Rotario (Muaro), advirtió que los llamados bosques costeros deben ser prioridad para todo territorio que tiene litoral, y cuestionó la autorización de la construcción del desarrollo inmobiliario: “Debe investigarse la autorización y quién la autoriza (…) “las autoridades deben tomar cartas en el asunto y decidir si es área federal protegida”, aseveró.

La opinión de estos actores va en el mismo sentido en que, en días pasados, se manifestaron los académicos de la Universidades Nacional Autónoma de México, quien es en voz de María Patricia Guadarrama Chávez, investigadora ambiental, advirtieron que pedirán, por medio de un estudio científico “de análisis de la vegetación en esa zona”, para sustentar sus dichos, elevar la protección legal para el área donde está Paraíso Sisal.

Como publicamos en días pasados, la doctora en Ciencias, adscrita a la Unidad Multidisciplinaria de Docencia e Investigación de Sisal, Yucatán, comentó que la comunidad científica está preocupada por lo que está sucediendo: “Estamos tratando de hacer todo lo posible por ayudarnos. Espero que mientras más personas nos vayamos sumando a hacer este tipo de acciones; primero de difusión como ustedes lo hacen y luego concientizar a la población. Siendo optimistas podemos lograr revertir esto que está ocurriendo”.

Recuento de daños

POR ESTO! ha publicado durante las últimas semanas, las artimañas legales que los hermanos Víctor y Daniel Campos Agüero han realizado, primero, para hacerse de una zona que era consideraba área natural protegida y, después, para “venderla a pedazos” al mejor postor, a pesar de que las construcciones en esas zonas están causando estragos en el medioambiente de todo el Estado y en la economía local.

Durante el gobierno de Patricio Patrón Laviada, fue considerada parte de la reserva ecológica El Palmar, por su importancia capital en la conservación del medio ambiente estatal.

Los empresarios se ampararon y mediante un “decretazo” (el Decreto 293) emitido en 2010 por la entonces la gobernadora de Yucatán, Ivonne Ortega Pacheco, y suscrito por los titulares de la Secretaría de Gobierno estatal, Víctor Manuel Sánchez Álvarez, y el de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente (Seduma),Eduardo Adolfo Batllori Sampedro, lograron excluir los terrenos ubicados en lo que hoy es Paraíso Sisal de la reserva ecológica El Palmar.

En 2018, apoyados por el entonces delegado de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Hernán José Cárdenas López, los empresarios recibieron el aval del Manifiesto de Impacto Ambiental (MIA) número 31YU2017UD085, que dio luz verde a la “Urbanización, electrificación, ampliación de camino existente y apertura de un nuevo camino de acceso para un predio formado por los tablajes catastrales: 1896, 2888, 2889, 4803 y 5565 denominados Paraíso Sisal, ubicado en el puerto de Sisal, comisaria de Hunucmá, Yucatán”.

Después, en agosto de ese año, la dependencia federal emitió el oficio 726.4/UGA-0617/0001454, para autorizar la “Construcción y operación de una casa habitación” en el lote 5222 del “proyecto de lotificación Paraíso Sisal, en la comunidad de Sisal, Yucatán”. A partir de ahí, la Inmobiliaria El Palmar de Sisal, S.A de C.V., inició la venta de los lotes.

Respeto a las normas

Miguel Sosa Correa, presidente del Colegio Yucateco de Arquitectos, dijo, en entrevista con POR ESTO! que, más allá de lo moral, en todo desarrollo inmobiliarios se construya en zonas protegidas, debemos cuestionarse si está cumpliendo la normativa que regula, aunque aclaró que “si está permitido, se puede construir”.

Sobre la viabilidad técnica de la construcción dentro de la Reserva Nacional de “El Palmar”, dijo que lo primero que debería revisarse son las leyes tanto federal como estatal, porque son muchos aspectos que toman en cuenta el tipo de proyectos como el que se está haciendo en esa zona, ya sea infraestructura para habitación, turística o recreativa.

Comentó las edificaciones deben respetar normas como distancia, altura, porcentaje de ocupación, establecidas por la autoridad federal, pero también procurar el libre tránsito de las especies de fauna y el destino final de los desechos.

El arquitecto recordó que toda obra impacta el medio ambiente, no solo en la costa, pero, en teoría, hay los mecanismos para prevenir o para mitigar las afectaciones. Como experto en construcción, dijo que, desde su perspectiva, en Sisal debe intervenir la autoridad, ya que cualquier persona o empresario debe hacer lo que está permitido: “Quien tiene la fortuna de comprarse una casita en Dzilam, Chelem o en Progreso va a querer hacer algo”, aseguró.

En Paraíso Sisal, indicó que debe revisarse quién dio los permisos, de qué tipo son y si se cumple con lo establecido: “Como presidente, arquitecto y como ciudadano, yo creo que mientras la reglamentación y la regulación lo permita, se puede hacer”, aseveró.

Protección legal

El ingeniero ambiental por el Instituto Tecnológico de Mérida, Luis Alfonso Rodríguez Gil pidió que, por la importancia de la duna costera y el manglar ambos ecosistemas “complejos de la naturaleza” deben ser protegidos legalmente para no alterar su funcionamiento ni los procesos reproductivos de la fauna silvestre… “No debería ser negociable”, advirtió.

Dijo que entiende la tendencia de las sociedades modernas a establecerse en zonas con mayor contacto con la naturaleza, como son las boscosas y las costas, en busca de la convivencia con la playa y el mar, pero “siempre y cuando la interacción se realice de manera adecuada y siguiendo las normas impuestas por las instancias encargadas de proteger el medio ambiente.

En ese sentido y en concordancia con Miguel Sosa, aseguró que el impacto a la naturaleza puede aminorarse si se construye ordenadamente, y se incorpora la tecnología certificada y funcional de manera adecuada: “Lo primero que tendrían que hacer los desarrolladores de Paraíso Sisal es crear una planta de tratamiento de agua”, apuntó.

Acción inmediata

Por su parte, Freddy Coral Sabido, director del proyecto Museo del Árbol Rotario (Muaro), exigió que los manglares sean prioridad y no permitirse quitarlos para construir desarrollos como Paraíso Sisal.

“En este caso se debe investigar la autorización y quién la dio (…) “las autoridades deben tomar cartas en el asunto y decidir si es área federal protegida”, aseveró.

Y es que, en Yucatán, la erosión costera avanza inexorablemente, y en Paraíso Sisal el agua de mar se mete de uno a tres metros por año, según denunció el investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Christian Appendini, especialista en Oceanografía. Además la depredación avanza hacia la flora, que muere víctima de la permisividad de autoridades y por las lagunas legales que han permitido la voracidad de inmobiliarias como las de los Campos Agüero en Paraíso Sisal.

¿Y la ley?

Como hemos informado, en el Congreso del Estado el diputado Rafael Echazarreta Torres presentó una iniciativa para “poner orden” en la costa yucateca.

El legislador advirtió en su momento que actualmente no existe una vinculación directa de ningún órgano gubernamental que haga obligatorio que se rindan informes de qué y cómo se está generando el desarrollo en la costa yucateca. “Falta regularización, hay mucha ambigüedad y carencias facultativas para el Estado, los municipios y la Federación”, explicó.

“Hay lagunas en la Ley, y eso es lo que utilizan los inversionistas inmobiliarios para no cumplir con todos los lineamientos, eso genera un impacto en detrimento de la tierra, de las áreas ecológicas, en el municipio y el presupuesto del Estado”, afirmó.

El proyecto legal busca adicionar el inciso J a la fracción undécima del artículo 43 de la Ley de Gobierno del Poder Legislativo del Estado de Yucatán, para arrogar a la comisión permanente del desarrollo urbano, vivienda e infraestructura de las facultades para la vigilancia, análisis y regulación del desarrollo urbano sustentable de la costa yucateca.

Con ello se busca abonar al desarrollo armónico ecológico a través de una ley garante “para que no haya ninguna duda sobre el actuar de los desarrollos inmobiliarios turísticos que se están llevando a cabo en las costas yucatecas”.

El diputado de Morena ha alertado para que no se repita un caso como el del desarrollo inmobiliario Paraíso Sisal que fue dejado fuera de la Reserva Estatal El Palmar por parte del Decreto 293 del 2010 expedido por la exgobernadora Ivonne Ortega Pacheco, para que el entonces representante estatal de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, Hernán José Cárdenas López, autorizara en 2018 la lotificación mediante el proyecto 31YU2017QUD085, a pesar de que la misma dependencia se los había negado en 2006 por los graves daños a la reserva.

“Es muy importante hacer una revisión al Decreto 293 que dejó fuera al desarrollo inmobiliario de la reserva estatal, modificando el Programa de Ordenamiento Ecológico y Territorial del Estado de Yucatán del 2007 durante el gobierno de Patricio Patrón Laviada, y que la Corte ordene una revisión al respecto”, opinó Echazarreta Torres.

Por lo pronto, la propuesta legal sigue el lento procedimiento legislativo, mientras la comercialización de lotes continúa por parte de los Campos Agüero y la naturaleza de Paraíso Sisal va sumando voces y acciones de ayuda de la comunidad científica y actores sociales, para evitar su extinción.

Continuará…

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CC