Palacio Municipal de Hocabá podría colapsar; es de los más antiguos en Yucatán

El Palacio Municipal es un edificio colonial que posiblemente data de finales del siglo XVII y que se encuentra en decadencia. Su amplio corredor de techo de rollizos ha comenzado a desplomarse ante la mirada pública y evidencia la escasa capacidad de trabajo y quizá paupérrima gestión por parte del Ayuntamiento. El antiguo edificio es de los pocos de la región con esa antigüedad. En lo que respecta a los espacios sede del poder municipal, parece estar condenado a la inminente pérdida, porque, según comentaron los vecinos, es más fácil levantar una nueva construcción.

Si se perdiera la obra arquitectónica se tendrían lamentables consecuencias para el patrimonio cultural de la Entidad. Amplios corredores de arcos con detalles, un corredor de arcos de medio punto y un templete donde sesionaba el viejo Cabildo de Indios se encuentran en pésimo estado actualmente, por lo que se espera la pronta intervención de la alcaldía para restaurarlos y conservarlos para la posterioridad.

El corredor del frente del Palacio está compuesto por dos líneas de arcos con detalles mixtilianos y al parecer a finales del siglo pasado se le agregó una línea más con pilastras de cementos. Por otra parte, el corredor más antiguo tiene una parte destruida, ya que hace unos meses, con el exceso de humedad y con la nula actividad de intervención adecuada a los techos, se desplomó, quedando el material tirado sobre el piso del corredor, así como las vigas gruesas de madera que cedieron ya carcomidas y que tristemente aún penden del centenario muro.

Sobre el desplome del techo, uno de los vecinos, Juan Díaz Chablé, comentó: “Cuando pasé hace unos meses frente al Palacio vi el material acumulado en un lado y también que entraba la luz del Sol. Antes de la fiesta grande de octubre pasó eso. Además, el material desplomado no fue retirado porque, según informó el Ayuntamiento, no se podía hacer nada, ya que eso era trabajo del INAH. Sólo pusieron una cinta amarilla para que la gente no pase, pero así estaba todo cuando se hizo la vaquería. Si te asomas ahí podrás ver que aún está el escombro. Ni la viga quitaron por completo”.

El Palacio Municipal se encuentra en muy malas condiciones, incluso en el uso que se le da, pues el Salón de Arcos ahora tiene la función de una bodega de utensilios inservibles, prácticamente basura. Sólo el extremo Oriente está dividido y la parte alta donde se encontraba la mesa y sillas del Cabildo son ocupados por un puesto de la Policía Municipal.

Sobre la misma situación, uno de los visitantes que se encontraba en la plaza externó: “Estoy asombrado por todo lo que se encuentra en el lugar. Es una obra que se aprecia ante la vista como un edificio con varios estilos y gustos arquitectónicos, pero es evidente que es un edificio colonial reformado y aún se aprecian sus detalles. Lástima que se encuentre en tan lamentable situación. La autoridad local es la indicada para cuidar y preservar el edificio, pero para que esté en estas condiciones es lógico que han sido varios años sin mantenimiento. Sería de verdad una gran pérdida cultural si este edificio se viene abajo”.

Los vecinos señalaron que el Ayuntamiento, en vez de poner manos a la obra para cuidar y darle mantenimiento, ha cambiado su sede de oficinas para ignorar el gigantesco problema que enfrenta el lugar.

Dicho edificio fue primeramente una construcción que probablemente date del siglo XVII y que fue ampliada a finales del siglo XVIII con las Reformas Borbónicas que dieron mayor asiento y lugar a las llamadas casas reales, como sede para las autoridades españolas y para las Repúblicas de Indios, que fueron conservadas tras la conquista y que gozaban de privilegios como aliados en la empresa de dominio español.

Como parte de la Independencia Nacional, muchos de los antiguos edificios del Gobierno civil fueron reutilizados como sedes municipales, cuarteles militares, o bien palacios municipales, como fueron llamados en el siglo XX.

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CC