Semarnat 'solapa' la mafia del sector empresarial en Yucatán; aprobó MIA a granjas porcícolas

Tal y como sucedió con Paraíso Sisal, la Semarnat es quien otorgó las MIAS de las granjas porcícolas que abundan y contaminan Yucatán
lunes, 17 de abril de 2023 · 08:27

La proliferación de las granjas porcícolas en Yucatán demuestra la mafia que prevalece entre el sector empresarial y la delegación de la Secretaría de Medio Ambiente (Semarnat), ya que menos del 10 por ciento de las 507 que laboran en el Estado cuenta con el Manifiesto de Impacto Ambiental (MIA), afirmó el presidente de la Asociación Maya Peninsular, Raúl Quiroz Moo.

El mismo vínculo de corrupción prevalece con las empresas cementeras, cuyas micropartículas emanadas ocasionan graves problemas de salud entre los pobladores y más evidente aún es el caso de Paraíso Sisal, al autorizar la construcción de condominios veraniegos a pesar del daño que causan a la Reserva Estatal El Palmar.

Advirtió que el daño al manto freático, suelo y aire es irreversible, aunque el problema puede disminuir con el cierre de las granjas porcícolas, tal como ocurrió en Sitilpech, comisaría de Izamal, así como en Homún, cuya suspensión de actividad mejoraron las condiciones de hábitat del lugar y el estado de salud de la población.

Reconoció la labor de la titular de la Semarnat, María Luisa Albores González, pues con la presentación del Dictamen Diagnóstico Ambiental de la Actividad Porcícola en Yucatán, hay una mejor compresión del problema que prevalece en el Estado.

Quiroz Moo recordó que el pasado 27 de marzo se destacó que la calidad del agua, aire y del suelo está en deplorables condiciones por la alta contaminación que generan las granjas porcícolas de Yucatán; la Semarnat recomendó evitar la apertura de más espacios para esta actividad en Muna, Conkal, Cacalchén, Muxupip, Kanasín y Mérida.

La población sufre a diario el impacto de una “nube de ácido sulfhídrico y de amoniaco”, que es transportada varios kilómetros a consecuencia de los vientos, además que los suelos están sobrefertilizados por el exceso de medicamentos que se les dan a los cerdos para evitar que tengan problemas diarreicos.

El mismo problema prevalece con las cementeras, caleras, sascaberas, concreteras, criberas y sitios de extracción de material de construcción, son un foco de contaminación, ya que la respiración de micropartículas que emiten causan la aparición de diversas enfermedades pulmonares, así como padecimientos crónicos que afectan a niños y senescentes de Mérida, Progreso y Umán, principalmente.

El entrevistado advirtió que el problema empeora durante la temporada invernal, porque el viento de los nortes y los Frentes Fríos transporta los contaminantes hacia Mérida, afectando a los habitantes de las colonias y fraccionamientos del Norte de la ciudad.

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CC