Paraíso Sisal: Daño de los Campos Agüero podría no remediarse; dejaron desprotegida la comunidad

Expertos de Ducks Unlimited de México, ProNatura Península de Yucatán y la asociación Be’Tonal Project advierten que la inmobiliaria de los Campos Agüero no sólo atenta contra la f lora y fauna sino también contra barreras que protegen a los habitantes de la comunidad
lunes, 27 de marzo de 2023 · 09:18

La voracidad con que actúa la empresa inmobiliaria de los Campos Agüero en Sisal, que ha pasado por encima de más de 2 mil hectáreas de flora y que ha afectado al 41 por ciento de la fauna, no sólo es un grave golpe contra el hábitat de animales, sino también pone en riesgo las barreras de protección, como las dunas y los manglares, que resguardan a la comunidad de embates naturales como huracanes e inundaciones, advierten integrantes de grupos en defensa del medio ambiente.

Expertos de Ducks Unlimited de México, ProNatura Península de Yucatán y la asociación Be’Tonal Project  coinciden en que el daño es irremediable y culpan que autoridades como la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la Procuraduría de Protección al Ambiente (Profepa) han permitido cambios de uso del suelo en los humedales, obedeciendo intereses económicos de empresarios que construyen sin escrúpulos.

El crecimiento desordenado y la falta de legislación también son parte del grave problema. “Es muy difícil preservar a las aves costeras y migratorias cuando existen intereses comerciales, como los desarrollos inmobiliarios como Paraíso Sisal que destruyen su hábitat”, apuntan.

Al “Cártel de Sisal” no lo detienen ni las aves, ni los cocodrilos ni la flora; por encima de todo están sus intereses. 

 Como ha documentado POR  ESTO!, entre 2018 y el 2023, Paraíso Sisal se transformó de una Reserva Natural Protegida que formaba parte de El Palmar, a una zona en manos de particulares que han adquirido lotes, algunos ya con predios construidos, y otros en proceso de edificación.

 En la zona se ha devastado más de dos mil hectáreas incluidas inicialmente en El Palmar, una de las reservas mejor conservadas de la Entidad.

Aunque en un principio, en el 2006, la propia Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) les negó a los promoventes Daniel y Víctor Campos Agüero los permisos para edificar su complejo inmobiliario, por atentar contra flora y fauna endémicas y en peligro de extinción de la reserva, los propietarios recurrieron a diversas argucias, entre ellas el Decreto 293 firmado en 2010 por la entonces gobernadora Ivonne Ortega Pacheco, sin consultar con el Poder Legislativo.

Este decreto, que dejaba fuera a Paraíso Sisal de la reserva estatal, fue utilizado por la Semarnat, cuyo encargado en Yucatán era Hernán José Cárdenas López, para autorizar en 2018 el desarrollo habitacional de 416 lotes, que ocupan más de 2 mil hectáreas que antes pertenecían a El Palmar.

Con un daño irreversible a la flora y fauna de la región y al ambiente costero con la instalación de más de 200 rompeolas, el desarrollo Paraíso Sisal ya logró vender más de 200 lotes, donde hasta la fecha se han construido unas nueve casas.

Los terrenos donde se levanta el desarrollo habitacional y turístico están rodeados de un ecosistema formado, mayormente, por humedales y mangle que es amenazado por el crecimiento y desarrollo urbano en las zonas costeras (infraestructura carretera, construcción de dársenas y puentes), así como contaminación por escurrimientos agrícolas y de aguas negras” e incremento de actividad turística.

En una ficha técnica de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) se detalla que “la región es importante para gran variedad de aves tanto residentes, como migratorias. Entre las muchas especies nidantes están Phalacrocorax olivaceus (pato cuervo), Dendrocygna autumnalis (yaguasa de pico rojo). Otras especies que se encuentran aquí todo el año son Pelecanus occidentalis (pelícano pardo)... Igualmente destaca la población de flamenco rosado con sus 5,000 a 10,000 individuos que mantienen sus movimientos estacionales en toda la costa Norte de la Península, donde esta reserva tiene un papel muy destacado como hábitat en perfectas condiciones de conservación. Por otra parte, han sido identificadas 13 especies de patos migratorias y dos que se consideran residentes”.

La Semarnat desde 2018 ha dado su aval a una serie de cambios de uso de suelo a través de la aprobación de Manifestaciones de Impacto Ambiental, principalmente a las inmobiliarias Sisal, S.A. de C.V., y El Palmar Sisal, S.A. de C.V., de los hermanos Daniel y Víctor Campos Agüero, así como a ellos, promoventes de manera directa.

A unos metros de donde se levantan residencias y se prepara el suelo para departamentos y cabañas turísticas se ubica la Reserva también reconocida como Sitio Ramsar.

Manglar afectado

La supervisora de proyectos de Duck Unlimited de México, Consuelo Díaz Aguilar, consideró que los desarrollos inmobiliarios, como en Sisal, provocan la disminución de manglares que protegen la costa de cualquier evento natural, así como de la erosión y de inundaciones, lo cual afecta económicamente a las comunidades y la manera de vivir de los habitantes.

Respecto al impacto que causa el desarrollo inmobiliario Paraíso Sisal, la especialista dijo que es muy fácil saberlo y no hay necesidad de hacer pronósticos: “Para las aves, sí se afecta su hábitat; si se hace un cambio de uso del suelo se le está quitando su hábitat a las aves, ya sean residentes, migratorias o acuáticas, y tendrán que moverse a otras zonas”, aseveró.

Detalló que uno de los problemas principales en Sisal es que por el cambio de uso del suelo o mal diseño de infraestructuras portuarias, de carreteras e inmobiliarias, la cobertura de la vegetación en esa localidad costera se está perdiendo, sobre todo en los manglares.

La afectación de estas zonas húmedas daña la biodiversidad y la protección de la costa y cualquier evento natural como un huracán, una tormenta o un norte, que el fenómeno típico que ocurre en esa población yucateca provocará mucha erosión de playa. “La penetración a tierra de vientos fuertes afectará la vida de las comunidades en todos los aspectos”, apuntó.

Díaz Aguilar indicó que “los cambios de uso del suelo en los humedales responden a intereses económicos y las autoridades permiten que se hagan desarrollos ahí, justificando que son generadores de empleo”.

“Para hacer un buen diseño de desarrollo tiene que haber transversalidad entre instituciones, tanto de gobierno como privadas, y considerar la opinión de la comunidad”, afirmó.

 “Es importante que quede claro, se trata de usar el recurso de manera adecuada; y que no hay un fórmula para hacerlo porque cada localidad, cada región tiene diferentes necesidades sociales y ambientales, por eso es preciso que en la planeación de un desarrollo se deba integrar la opinión de la comunidad, porque son los habitantes los que conocen el área y saben cómo se deben hacer las cosas respetando las leyes ambientales; pero si no se hace de manera adecuada, vienen los problemas ambientales y los conflictos sociales”, advirtió.

Intereses comerciales

A su vez, la ambientalista Karla Pantoja, responsable del “Festival de las Aves T’hó” de ProNatura Península de Yucatán, señaló que es muy complicado para los especialistas en vida silvestre preservar a las aves costeras y migratorias cuando existen intereses comerciales, como desarrollos inmobiliarios como Paraíso Sisal, que destruyen su hábitat.

Explicó que el crecimiento de la mancha urbana sobre la parte costera, como sucede en Sisal, produce una afectación a las aves en general, pero particularmente a aquellas que son muy especiales, como la garza rojiza, que únicamente pueden criarse en un sólo ecosistema y dependen de éste para subsistir.

Asimismo, informó que desde hace años ha disminuido la población de aves en el Estado y eso ha motivado a muchas asociaciones civiles a hacer esfuerzos para su protección, pero la tarea de conservar sus áreas se vuelve más difícil por muchos factores, el más importante es que se supone que debería haber un ordenamiento territorial en el cual se determine el uso del suelo para cada área del municipio y se especifique su manejo; sin embargo, el responsable de este trámite, el municipio de Hunucmá, no lo ha llevado a cabo.

Opinó que no son recomendables los desarrollos inmobiliarios cerca de las zonas donde anidan y residen las aves, porque la propia actividad humana y sus desarrollos provocarán que el equilibrio ecológico se rompa y con esto desaparezcan muchas de las especies locales, mientras que las aves migratorias que bajan cada temporada, seguirán su camino porque ya no existe ese hábitat.

Expansión desordenada

Por su parte, el maestro en ciencias Luis Fernando Díaz Gamboa, de la asociación civil Be’Tonal Project, consideró que “la labor de los biólogos es dar voz y proteger a quienes no pueden expresarse porque le tienen amor a la naturaleza, pero para el capitalismo, representado por constructores inmobiliarios, es todo lo contrario a esa visión.

El académico indicó que, tristemente, Yucatán se está expandiendo de forma desordenada y, por lo tanto, no existe ningún desarrollo que no sea destructivo para el hábitat, ya que todos van a destruir el área donde vive la fauna silvestre. “Para aminorar los efectos demoledores existen los estudios de impacto ambiental y cuando estos son bien llevados se intenta mitigar un poco esta situación”, expresó.

A los habitantes de Sisal les “extraña” que se haya permitido construir en el área aledaña a la Reserva El Palmar, ya que no sólo es playa virgen, sino que atrás de los lotes hay una laguna, llamada Fosa de Cocodrilos Sisal.

Díaz Gamboa dijo que como director de un grupo especialista en cocodrilos, ha notado que la mancha urbana ha avanzado en la costa de Sisal y ha llegado a los sitios donde viven estos reptiles, lo cual puede generar un grave conflicto. “Como biólogos no nos gustaría que hubiera accidentes graves ni que se matara a uno de estos animales”, apuntó.

Díaz Gamboa indicó que los cocodrilos son una especie que no es colonizadora y por lo tanto no se mudan de su hábitat. “Se puede coexistir con estos animales si se protege la fauna y se regula la extensión del terreno habitable en los municipios”, aseveró.

Sin embargo, como especialista reconoce que quienes están invadiendo el territorio son los humanos, y que en realidad no es recomendable ocupar el hábitat de las especies porque ahí es donde llevan a cabo su ciclo de vida.

“Los que tienen poder adquisitivo quieren ocupar los terrenos en la costa porque quieren el estilo de vida de la playa, como ocurre en muchos lugares de Quintana Roo y está ocurriendo en Yucatán, en localidades como Sisal, Progreso y Celestún”, finalizó.

Los especialistas reconocieron que Paraíso Sisal es una propiedad privada, y lo ideal, si se deseaba su conservación, era dejar que formara parte de la Reserva Estatal El Palmar. Sin embargo, debido a que los propietarios interpusieron un amparo, la autoridad judicial solicitó la devolución del terreno, por lo cual se emitió el decreto 293, publicado en 2010 en el Diario Oficial del Estado, firmado por la gobernadora Ivonne Ortega Pacheco, junto con sus secretarios General de Gobierno, Víctor Manuel Sánchez Álvarez, y de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente, Eduardo Adolfo Batllori Sampedro, el cual excluía a Paraíso Sisal de la reserva ecológica.

Los expertos fueron entrevistados durante su participación en el IX Festival Alas de Yucatán, que tuvo como sede Sisal. Dumac es una organización que, durante 46 años en México, ha participado en significativo número de proyectos de conservación y restauración de humedales, además de generación de muy importante información a través del desarrollo de proyectos como el de inventario y clasificación de humedales, de proyectos de investigación, educación y programas de asistencia técnica.

Pronatura tiene su sede en Mérida desde 1987; su misión es consolidar diversas modalidades de conservación y uso sustentable de los recursos naturales en áreas prioritarias de la Península de Yucatán, promoviendo la integridad de los ecosistemas, de los bienes y de los servicios ambientales que proveen. A su vez, la asociación civil Be’Tonal Project es una red dedicada a la conservación de anfibios y reptiles de Yucatán.

Autoridades desinteresadas

En un recorrido por el municipio de Hunucmá y su comisaría Sisal, pobladores manifestaron su preocupación por los daños a la ecología en la que alguna vez fue zona protegida. Al mismo repudiaron la actitud del exencargado de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Hernán José Cárdenas López, quien autorizó los Manifiesto de Impacto Ambiental (MIA) a pesar que sabía del daño que ocasionaría al 41 por ciento de la biodiversidad de la Reserva Estatal El Palmar.

Los entrevistados se abstuvieron a proporcionar sus nombres para evitar represalias del comisario municipal, Miguel Antonio Ek Pech, a quien señalaron de estar involucrado en el caso de Paraíso Sisal. Coincidieron en que a partir del 2018 empezó a cambiar la fisonomía del área costera, ya que los propietarios lotificaron el lugar, y lo vendieron al mejor postor, provocando con ello la deforestación.

Se quejaron también del desinterés en el caso de la alcaldesa de Hunucmá, Edna Marissa Franco Ceballos, ya que “nos tiene abandonados, y cuando se asoma, es porque hay cuestiones personales y de su interés”, expresaron los declarantes.

“Nada ha hecho para impedir el daño a dicha Área Natural Protegida (ANP), bajo el pretexto que es responsabilidad de la Semarnat y de Profepa, ya que a la Comuna sólo otorga derecho de piso siempre y cuando el proyecto esté avalado por dichas dependencias federales”, expuso uno de los pobladores.

Manifestaron que los propietarios de Paraíso Sisal no han colocado disuasores de aves para evitar que éstas choquen con los cables conductores de energía, a pesar que frecuentemente pasan pelícanos, gaviotas, cormoranes, patos y flamencos, entre otras especies.

Como se ha informado, los Campos Agüero entregaron un anteproyecto a la Semarnat para la ampliar la red de tendido eléctrico, a partir de Punta Piedra hasta los límites con Hunucmá, por lo que sería mayor el riesgo de que las aves se electrocuten.

Además, pretenden ampliar el camino con un total de 12 mil 930 metros cuadrados, así como la apertura de un nuevo sendero de cuatro mil 978 metros cuadrados, para pasar aún más por encima de la flora y mutilar a la fauna.

Continuará…

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CC