Renán Barrera ignora a vecinos de Mérida afectados por la contaminación auditiva

Ante la falta de respuesta de la Dirección de Desarrollo Urbano del Ayuntamiento de Mérida para frenar el ruido desmedido de algunos negocios de la ciudad, un grupo de meridanos presentaron ocho amparos ante el Poder Judicial de la Federación, para que se pronuncie por la contaminación auditiva en la que están viviendo.

Un grupo de vecinos de varias colonias de la ciudad, encabezados por el abogado Erik Pérez, interpusieron ocho amparos federales, que buscan que los negocios regulen la emisión del ruido que generan, ante la pasividad que la autoridad municipal tiene para estas quejas ciudadanas.

Explicaron que han acudido a varias direcciones del Ayuntamiento de Mérida de Renán Barrera para levantar sus quejas por el exceso de ruido que generan algunos negocios cercanos a sus hogares y que rompen la tranquilidad en la que deben vivir. Sin embargo, no se les hace caso o a veces acuden al lugar, los sancionan, pero a los pocos días o semanas regresan con esta contaminación auditiva.

“No estamos en contra de la música, ni estamos en contra de la fiesta o las empresas, pues entendemos que son fuentes de empleo, pero su derecho termina en donde empieza el mío y tiene que haber respeto”, subrayaron.

Erick Pérez señaló que las reglamentaciones prevén dispositivos de insonorización, aislamiento acústico, aspectos que en muchos casos no se cumplen, crean conflicto y enfrentamiento entre los propios vecinos por falta de una incorrecta regularización del Ayuntamiento, que no está pendiente de que se cumplan las leyes.

“Se ha perdido ese sentido humano y esa empatía hacia el vecino y hacia los demás, con el argumento que es su propiedad y en ella se puede hacer lo que les plazca, y la autoridad no está mediando la situación ni trabajando para tener una mejor sociedad”, aseguraron.

Agregó que son cerca de 100 personas las que se han organizado para presentar los amparos, incluso han realizado denuncias penales porque la contaminación ambiental está catalogada como delito en el Estado.

Indicó que lamentablemente se tiene un Estado de derecho, pero en la realidad no se cumple porque hay casos de lugares que cuentan con autorizaciones de la autoridad municipal y que se ha demostrado que no se debieron autorizar.

“No buscamos meter a la gente a la cárcel o cerrar lugares, sino que se aplique un Estado de Derecho, que nunca se ha aplicado y ya reinó mucho. Es hora de que se tomen cartas en el asunto y que los directamente responsables hagan su trabajo”, aseguraron.

Aclaró que este movimiento abarca a toda la gente afectada en su salud por el ruido de los negocios y no solamente por extranjeros, como han querido manejarlos o gente solamente del Centro de Mérida.

Por su parte, la ciudadana Ligia Bolio Zavala, vecina de la colonia Chenkú, indicó que frente a su hogar hay una cancha de futbol eby en ese lugar se realizan partidos hasta altas horas de la noche todos los días, y genera que en el sitio igualmente se beba alcohol en la vía pública, sin que nadie haga algo al respecto.

“No estamos en contra del deporte, sino de que no se respeten a los horarios, la no reglamentación y de que se esté utilizando la cancha indebidamente sin que la autoridad municipal se haga cargo”, concluyó.

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CC