Urbanización turística daña zona de anidación de las tortugas en Yucatán

El acelerado desarrollo turístico, inmobiliario y urbano en la duna costera afecta la zona de anidación de las tortugas que llegan a las playas de Yucatán
jueves, 9 de febrero de 2023 · 08:01

El acelerado desarrollo turístico, inmobiliario y urbano que prevalece en la zona costera de Quintana Roo y Yucatán, causa grave daño a las tortugas marinas al efectuar construcciones en la duna, sitios de mayor anidamiento de diversas especies de quelonios, afirmó María Andrade Hernández, directora de Pronatura Península de Yucatán.

El mayor problema se observa en Celestún, El Cuyo y Holbox, aunque se trata de una situación compleja que prevalece a lo largo de la costa.

A pesar de la existencia de ordenamientos municipales y del costero de Yucatán, prevalece el desacato, tanto de las autoridades municipales como de los propios constructores, por lo que subrayó la importancia de cumplir con los términos establecidos.

“El desarrollo turístico, inmobiliario y urbano de la costa crece de manera acelerada, afectando la duna costera, que son zonas de anidación de las tortugas marinas”, acotó.

“Las construcciones que se realizan en Celestún, El Cuyo y Holbox reducen las zonas de anidación de las tortugas marinas, tal el caso de la Carey y la blanca, principalmente, áreas con buenas condiciones, no como en otras playas donde afecta la erosión costera y otros fenómenos”, acotó.

Remarcó que más del 90 por ciento de los nidos de los quelonios están en la duna costera, de ahí la importancia de la preservación de estas áreas.

Destacó la importancia de trabajar de manera conjunta con el Gobierno del Estado, los ayuntamientos y los empresarios, para que el crecimiento urbano e inmobiliario tenga un mínimo impacto.

Trabajo en equipo

Andrade Hernández aseveró que al trabajar en equipo se pueden establecer los sitios ideales para efectuar construcciones y lo que deben hacer para evitar un mayor impacto, además de eludir la deforestación.

Incluso, la duna costera amortigua el impacto de los huracanes en la zona, al igual que los fuertes nortes, pues se trata de una barrera natural.

Incluso, al deforestar la duna costera se genera un mayor deterioro del lugar, también provoca la aparición de la erosión, de ahí la importancia de la preservación del lugar, pues son numerosas las especies de flora y fauna que alberga.

Como informamos, al año se degradan 100 hectáreas de manglares que se suman a las 20 mil ya afectadas debido a numerosos factores, pero el de mayor impacto es la proliferación de asentamientos irregulares en toda la costa yucateca.

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CC