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Escrito por Efraín Valencia
La sobreexplotación, la pesca furtiva, el aumento del número de pescadores, son algunos de los factores que ponen en peligro a las diferentes especies marinas, y de las cuales dependen económicamente un importante número de familias en la zona Oriente de la costa.
“La captura de varias especies han disminuido notablemente en el Litoral Oriente”, reveló el pescador Ricardo Mejía. Ante esta situación que actualmente se vive en las costas de esta parte de Yucatán, se han impuesto vedas de manera permanente a especies como el caracol blanco (Strombus costatus) y otras especies como el tiburón, la lisa (Mugil cephalus), cayo de hacha (Atrina spp), el pepino de mar, las cuales registran reducciones importantes en las poblaciones naturales, poniéndolas en situaciones peligrosas para su reproducción.
Otras especies como el mero, el cangrejo moro (Menipe mercenaria) y el pulpo (Octopus maya) muestran signos de sobrexplotación, derivadas de la utilización de equipos no reglamentarios.
Por otra parte existen pesquerías no reguladas, como el maxkil y el cangrejo. Otro aspecto importante que ha sido manifestado en varias ocasiones por los pescadores ribereños es, la pesca ilícita de barcos arrastreros (mexicanos) a 15 y a 20 brazas de profundidad, cuando lo autorizado son a 40 brazas.
Si bien, en la zona Oriente del Estado la migración de los campesinos ha sido menor en comparación a sitios como Celestún, este crecimiento ha tenido como consecuencia un aumento en el esfuerzo que se dedica a la explotación de los recursos.
A este problema se suma la pesca furtiva, pues en tiempos de veda varias personas de otros puertos como Dzilam de Bravo, Celestún, llegan hasta las aguas de esta zona donde depredan todo lo que encuentran en su paso. Problema que hasta la fecha no han solucionado las autoridades competentes para cuidar las agua del litoral, por ello se ha formado un Comité de pescadores que cuidan los recursos de su localidad.
La Ría es otro punto importante para la pesquería, especialmente durante la época de nortes. Otro aspecto importante es la pesca de camarón, que abarca desde el puente hasta Las Coloradas; se colocan los triángulos camaroneros, los cuales funcionan a manera de tapos. Este tipo de pesca ha sido documentada como muy nociva, ya que se captura al camarón cuando llega al estero (desembocadura) para crecer y no se tiene selectividad en el tamaño de captura ni que tipo de especies.
Es común observar especies como el pez ixpú (Sphoeroides testudineus), jaibas (Callinectes ornatus) y cacerolitas de mar que son arrojadas a la carretera vivas, por lo que son aplastadas por vehículos y camiones. Aunado a esto, se desconocen los elementos básicos de la dinámica poblacional y volumen de captura confiables de las especies económicamente importantes, por lo cual el ordenamiento pesquero es más difícil de implementar.
A seguir en este ritmo, los múltiples problemas que actualmente enfrenta la pesquería pudieran continuar y acabar con las especies como el mero; y las siguientes generaciones sólo lo conocerán por algún dibujo o fotografía. Es por esto que urge ponerle un alto a la pesca furtiva e implementar proyectos acuícolas para evitar estos problemas.
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JG
