Muelle de Chelem lleva 11 meses sin reparación, reportan pescadores
El Puerto de Abrigo de Chelem, Progreso aún no ha sido reparado por las autoridades, lo cual ha impedido el paso de los grandes navíosHan pasado 11 meses desde que se derrumbaron alrededor de 30 metros del Puerto de Abrigo situado junto a la zona industrial de Chelem, por lo que la comunidad pesquera que trabaja en ese sitio pidió que las autoridades tomen cartas en el asunto, ya que los cimientos siguen perjudicando la actividad pesquera, pues desde la última semana de marzo del 2022, ningún barco ha podido atracar en la parte vulnerable.
Tal como dimos a conocer en su momento, el suceso se registró el miércoles 30 de marzo del 2022. El velador Yolber Antonio Pérez Franco, el único testigo del incidente, se mantenía durmiendo en uno de los navíos que cuida cuando ocurrió el derrumbe por la madrugada.
Posteriormente, a lo largo de un par de meses se llevaron a cabo estudios a cargo de la Administración del Sistema Portuario Nacional, con sede en el puerto, que se se dedicó a realizar estudios diversos sobre la superficie que quedó prácticamente sumergida y que había peligro que terminara por colapsar otro tramo de aproximadamente 10 metros que se encontraba en estado vulnerable.
Tuvo que pasar cuatro meses para que se inicie la mano de obra, esto justo días antes de iniciar en breve la temporada de pulpo, y que culminó hasta el último trimestre del año pasado, pero que ocasionó que no se pueda utilizar la parte en rehabilitación.
“Nos perjudicó bastante el hecho de que permanecieran los trabajadores aquí durante la temporada de pulpo. El polvo caía sobre el producto que descargaban los compañeros que se ubican a un costado del área vulnerable, hubo mucho atraso”, externó Rolando Güemes, transportista de este rubro.
Embarcaciones como “Danny I”, “Adela I. II” y “los nietos”, se mantuvieron junto a esta zona y en constante actividad sin detenerse aún con las indicaciones de la autoridad, que durante varios días colocó la cinta amarilla de precaución junto con anuncios que indicaban la peligrosidad de poner un pie en un área que tiene un arco que en cualquier momento podría colapsar.
Otras afectaciones, fueron para los barcos del empresario pesquero Saúl Madera, pues en todo el perímetro tuvieron que disolverse las cuatro filas de barcos que se situaban ahí para llevar a cabo operaciones. Ahora, la docena de buques buscó refugió en zonas de atraque aledañas.
Antonio Pérez Pérez, de 72 años de edad, y quien funge como velador desde hace 43 años en el Puerto de Abrigo, expresa que cuando inició en este labor, cuidaba por lo menos 40 barcos, sin embargo, con la competencia dentro de este sector y el derrumbe, hora solo vela por unas tres embarcaciones y gana apenas unos mil pesos semanales.
“Ojalá se preste atención a este problema, me estoy quedando sin barcos para vigilar y eso merma demasiado mi trabajo y por ello, mi ganancia. Solo pedimos que reparen esta parte del muelle al cien por ciento para que vuelva a ser utilizable, ya luego que nos vuelvan a abandonar”, dijo.
Aunado a su comentario, el también ejidatario de Hocabá, externó que este muelle necesita atención a la brevedad pues desde que vio sus primeras estructuras a finales de los años sesenta, las intervenciones que se han tenido han sido totalmente nulas.
Como se sabe, el fin de la temporada de mero ha propiciado que se tenga una pausa al menos hasta el mes de abril que vuelve a apresurarse la captura de dicha especie, sin embargo, por el paro de actividad al menos del 70 por ciento de los buques que ahora se avistan anclados en sus respectivos lugares, se pide que sea concluida la obra para que vuelvan a posicionarse los navíos de mayor embarcación.
“Ahorita es cuando las autoridades deben venir a construir esa parte que no puede funcionar. Nos dejaron con limitaciones ya que ahí fácilmente podría caber una docena de barcos pero parece que quedó inconclusa la mano de obra” manifestó el velador.
Aparte del muelle destruido, se menciona que hace falta activar la caseta de policías, pues esta luce hoy en día abandonada y por ende, sin elementos de la dirección de seguridad pública y tránsito que puedan detener los conatos de violencia que a veces tienen lugar en el embarcadero.
En la zona de actividad pesquera donde sucedió el derrumbe se manifiesta que han sido nulos los apoyos a diferencia del Puerto de Abrigo, ubicado en el otro extremo del puente de Yucalpetén, donde el pasado nueve de febrero del 2021 se inauguraron espacios con una inversión de 80 millones 673 mil 601.17 pesos y que constituyeron una espera de más de 50 años para los hombres de mar que también veían caer pedazos de concreto de varias partes del sitio. Las adecuaciones nuevas constituyeron 498.15 metros lineales de muelles públicos a base de cubos de concreto con plataforma conformada por relleno con material de la región y piso de concreto.
“El pescador está acostumbrado a laborar en condiciones que no son favorables pero es ilógico tener dos embarcaderos con diferencia abismales, aunque tampoco estamos tan descontentos, a los pescadores del otro lado les prohíben todo y sacaron a los vendedores ambulantes, ellos tienen cabida con nosotros y nadie los molesta” afirmó Baltazar Aké.
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CC