Descubren campamento donde cocinaban los mayas en Telchac Pueblo, Yucatán
Arqueólogos yucatecos revelaron el descubrimiento en Telchac, Pueblo, de un campamento prehispánico de los mayas donde cocinaban caracoles
En el Sureste mexicano, se anunció el descubrimiento de un campamento prehispánico donde los mayas usaban caracoles para comer y elaborar utensilios de cocina; el hallazgo fue realizado por arqueólogos de Yucatán.
Estos vestigios arqueológicos están ubicados a tres kilómetros de la costa Norte de Yucatán, específicamente en Telchac, Pueblo donde se halló gran cantidad de caracoles y fragmentos del molusco con huellas de percusión, reveló la investigadora del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
En el lugar se encontraron 20 estructuras prehispánicas dispersas en 23 hectáreas donde los mayas cocían moluscos hervidos o asados. Además, encontraron 119 tiestos o pedazos de cerámica.
De acuerdo con los arqueólogos, “los recursos marinos, en relación con otras actividades económicas de los habitantes prehispánicos como la agricultura y el comercio, permitieron el desarrollo de la sociedad maya peninsular".
Este campamento solo se usaba durante la época de sequía “porque está en medio de la nada y se ubica en la zona de lajas, sabana o cerro inundable, por lo que el acceso al lugar es complicado.
“Ahí donde encontramos el material malacológico, aparecieron montículos de tierra poco comunes en sitios de la costa yucateca y cuando los excavamos estaban llenos de ceniza y carbón, como si fuera una pila de algo”, explicó la arqueológa.
¿De qué época es el hallazgo arqueológico?
En cuanto a la cerámica, detalló que de los 119 tiestos un 3,67 % corresponde al Preclásico Tardío (400 a.C. a 200 d.C ) y el 82 % al Clásico Temprano (250-600 d.C.).
A diferencia de otros asentamientos mayas donde predominaron los ornamentos, en el campamento había gran cantidad de caracoles completos perforados con percusión y muchos fragmentos con preformas.
¿Dónde se encontraron estos vestigios?
La arqueóloga declaró que los caracoles se encontraban en aguas bajas y cerca de manglares, donde los mayas actuales siguen recolectando para su consumo y para elaborar artesanías.
En el sitio había artefactos terminados, huellas, procedimientos y técnicas de manufactura. También se identificó el uso de alimentos en algunos objetos.
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