ÚLTIMA HORA
Internacional
Choque de un tren en Buenos Aires deja decenas de heridos
Volver
ÚLTIMA HORA
Internacional
Choque de un tren en Buenos Aires deja decenas de heridos
Volver
Ustedes hablan con el corazón”, soltó Mario Delgado Carrillo, presidente nacional de Morena, cuando sintió el aplausómetro y el calor humano de miles de personas a favor de Claudia Sheinbaum y de Joaquín Huacho Díaz Mena, en el Centro de Convenciones Siglo XXI.
Fue la segunda tarde apoteósica para la Coordinadora Nacional de los Comités de la Cuarta Transformación en Yucatán. La anterior fue en Valladolid, ante 14 mil voces que coreaban su nombre y le endilgaban la etiqueta de ¡Presidenta, Presidenta! En ese entonces, aquel viernes 13 de octubre, Díaz Mena no había recibido el ungimiento para abanderar la precampaña en Yucatán, ahora sí, con la constancia en las manos, el oriundo de San Felipe, sonreía ampliamente, feliz. Claudia y Huacho, Huacho y Claudia.
Ambos nombres estaban en boca de todos, desde las 4:30 cuando hicieron su arribo al Centro de Convenciones. Rodeados, sitiados por los yucatecos que querían estrechar sus manos, tomarse una selfi e, llevarse un video recuerdo de ambos.
¡Por aquí, por aquí!, gritó una dama y Claudia se acercó para tomarse una selfi, mientras a un lado, cuando ambos caminaban en el pasillo central, a todo pulmón se escuchó el estruendo de ¡Huacho, Huacho, Huacho! Quizá Díaz Mena no imaginó nunca estar en esa posición ventajosa hasta en las encuestas, de 3 a 1 con sus pares y de 3 a 1 en relación con el partido en el Gobierno de la entidad.
Hasta el espigado y delgado José Gerardo Rodolfo Fernández Noroña sintió el calor de la gente mientras deslizaba sus pies hasta el escenario principal. ¡Noroña, Noroña!, le gritaban las mujeres. Él, ahora sí apacible, calmo, se acercaba a tomarse la fotografía, la selfi con sus admiradores y admiradoras. Y Mario Delgado Carrillo, también.
Una dama hasta le envidió sus ojos verdes. Piden sacar a Rommel de Morena Como pretendiendo colarse en el set de las estrellas políticas, el clavadista Rommel Pacheco Marrufo también caminaba cerca de Mario.
Pero una persona detrás de la valla metálica, de pronto, empezó a gritar: “¡Mario, Mario!” y este al voltear a ver de dónde procedía la voz, intentó acercarse. “Saca del partido a Rommel, saca del partido a Rommel”.
Fue uno de tantos momentos bochornosos que el clavadista ha pasado desde que salió del PAN para irse a Morena en busca de una posición política. Tratando de disimular, el deportista se hizo chiquito y aceleró el paso para tomarse una selfi con una joven que sí quería saludarlo. La alegría desbordaba. Hasta los muñecos Amlitos salieron para tomarse la selfi e con sus admiradoras.
Quizá por eso, Mario Delgado, el dirigente morenista, al iniciar su intervención dijo que los yucatecos hablan con el corazón, francos y sin rodeos.
“Ustedes hablan con el corazón, yo seré muy breve”, dijo. Frente a él estaba el bullicio, el grito reiterado de ¡Presidenta, Presidenta, Presidenta y de Gobernador, Gobernador, Gobernador!
Síguenos en Google News y recibe la mejor información
GC
