Proyecto 'Aantik' genera inconformidades entre vecinos del Norte de Mérida

La construcción del proyecto inmobiliario “Aantik” en el Norte de Mérida afectará a más de 150 mil habitantes de las comisarías de Santa Gertrudis Copó, Temozón Norte y complejos habitacionales cercanos al centro comercial La Isla, para convertirla en una “zona prime”.

Pero los vecinos reclaman al hoy alcalde de Mérida con licencia, Renán Barrera, la autorización del proyecto sin haber tomado en cuenta los problemas que aquejan a esa zona de la ciudad, como la falta de vialidades.

La avenida 24 se ha convertido en los últimos años en el eje de gran cantidad de complejos habitacionales y fraccionamientos como Fontana, Allegra, Cocoyoles, Algarrobos, Punta Lomas, Porto Alegre y Arborettos. Al final de esta arteria se encuentra además el campus de la Universidad Chapingo, que “contribuye” a la saturación. Estos factores han convertido a esta calle en un cuello de botella para llegar y salir de la zona de Temozón Norte.

Según el Censo de Población del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) 2020, la subcomisaría de Temozón Norte tenía mil 94 habitantes y 346 viviendas en una superficie de mil 92 hectáreas. En los últimos años, la han rodeado nuevos núcleos habitacionales de alto impacto como Residencia SAO, Las Fincas, Tanamera, Bruma Temozón y MAIA Temozón, entre otros. Este boom inmobiliario permite proyectar que la población actual de Temozón Norte ya supera los 90 mil habitantes, en una zona que no estaba lista para esta explosión demográfica.

En tanto, por su cercanía con el anillo periférico, la comisaría de Santa Gertrudis Copó alcanzó ya los 60 mil habitantes. Sumando su población a la de Temozón Norte, se habla de 150 mil residentes.

A esta cifra se debe agregar el flujo vehicular diario generado por polos de gran atracción en la zona, como lo son el hospital El Faro y el centro comercial La Isla, los cuales convergen sobre la ya saturada calle 24. La magnitud demográfica alcanzada evidencia la necesidad urgente de ampliar la infraestructura vial y de servicios para gestionar adecuadamente la expansión.

Carla Santos, vecina de la zona, señala que actualmente puede tardar hasta 40 minutos en salir para conectarse al Anillo Periférico, y el tiempo se prolonga aún más durante las horas pico, matutinas y vespertinas, cuando el trayecto puede extenderse de una a dos horas entre las 17:00 y 19:00 horas. Estos graves problemas de movilidad sustentan las quejas ciudadanas sobre la falta de una adecuada planeación vial ante la avalancha de nuevos desarrollos inmobiliarios en el norte de Mérida, atribuidas la gestión del alcalde con licencia Renán Barrera Concha.

De acuerdo con la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial, una vialidad se considera saturada cuando el volumen vehicular excede su capacidad, resultando en velocidades bajas y tiempos de traslado más prolongados. Esta saturación puede ser momentánea, durante las horas pico, o permanente si la infraestructura es insuficiente para la demanda. Este es precisamente el caso que enfrentan los habitantes del Norte de Mérida, donde las vialidades principales como la calle 24 muestran un evidente congestionamiento crónico ante la avalancha de nuevos desarrollos y el crecimiento demográfico descontrolado de los últimos años.

Este viernes, POR ESTO!, publicó que, habitantes de Temozón Norte, Santa Gertrudis Copó y fraccionamientos aledaños acusaron a Renán Barrera Concha de autorizar sin la debida planeación urbana la construcción del desarrollo inmobiliario “Aantik”. Este megaproyecto incluye dos torres de 15 pisos y un área comercial bajo un concepto mixto, y ha avivado el descontento ciudadano ante la evidente saturación vial y poblacional que ya enfrenta esta zona del norte de Mérida antes de iniciar una obra de tal magnitud.

Este proyecto, con una inversión considerable de 2,500 millones de pesos, genera una presión significativa sobre la vialidad de la calle 24. La densidad de edificaciones en este tramo “estrangula la fluidez del tráfico”, afectando de manera extrema la movilidad de los residentes. La presencia de únicamente dos glorietas de dimensiones reducidas y una sola vía de acceso y salida, con apenas 40 metros entre carriles, agrava aún más la situación, limitando tanto el flujo de ida como el de vuelta.

Enrique Trava Griffin, presidente de AMPI-Mérida, figura entre los impulsores comerciales de este proyecto. Ante las inquietudes expresadas por los vecinos, Trava Griffin respondió: “Comprendo plenamente los anhelos y deseos de los residentes. Como vecino de esta zona, comparto la misma necesidad y aspiración que todos nosotros buscamos”, pero trató de justificar el proyecto inmobiliario, al señalar que se han cumplido todos los requisitos exigidos por la administración del alcalde con licencia Renán Barrera Concha, incluyendo los estudios de vialidad y densidad necesarios para obtener los permisos de construcción.

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NM