'Alma en pena' espanta a locatarios del mercado de Motul

Durante el mes de noviembre muchas historias de sucesos paranormales comienzan a surgir en el mercado Felipe Carrillo Puerto. Varios locatarios indicaron que han tenido la mala suerte de ver en la época de finados a una niña que se pasea por los pasillos, aseguraron que se trata de un alma en pena de un infante que quizás murió en lo que alguna vez fue la estación de ferrocarriles.

María Matías Pech Yam, responsable del área de los baños del zoco, revivió lo de la leyenda, explicó que hace cinco años tuvo la mala experiencia de ver a la niña fantasma caminar por los pasillos en el marco del Día de Muertos.

Explicó que en su último recorrido en el lugar se percató que había un infante en el área de flores de una de sus compañeras. “Vi a la niña, pasé junto a ella, luego le pregunté a la señora del puesto de flores si vio a la menor que estaba en sus flores y me dijo que no había nadie”.

María pensó que podría tratarse de alguna menor que se escapó de sus padres en el zoco y que por eso se paseaba por todo el lugar, pero no encontró a alguien. Minutos más tarde, la florista le reveló muy temerosa que ella ya había visto lo mismo años atrás, quedándose boquiabierta y con escalofríos, en el lugar. “Esa niña ya la había visto la florista, por eso se asustó cuando le dije sobre la niña que vi en su módulo de flores, la menor se veía como de seis años”.

Personas de la tercera edad afirmaron que siglos atrás, el lugar fue un paradero para ferrocarriles y ahí ocurrieron diversos accidentes, por lo que creen que pudo ocurrir una muerte trágica relacionada con la menor, pues había pozos descubiertos y pasaban incidentes con los trenes. “Es un alma en pena, no sabemos cómo murió la niña, si fue aquí o en algún lugar cercano, pero de que se aparece, se aparece”.

Como si fuera una película de terror, María Matías dijo que la misma noche en que vio a la niña tuvo una pesadilla, pues en su sueño observó que cerca del puesto de un ventero identificado como Lalo, había un agujero y al momento de asomarse observó el cadáver de la pequeña que vio por la tarde y que esta se reconstruía hasta cobrar vida. “Soñé que vi un hueco y la niña estaba ahí, se levantó, iba vestida de azul y me dijo que ella lo único que quería era una flor blanca, que fuera muy bonita”.

A la mañana del día siguiente, cuando acudió a su actividad laboral, fue a ver a la florista y le narró su sueño. “No era algo normal lo que soñé, se lo conté a la florista y también se asustó, tomé una flor y se la coloqué y dediqué a la niña, le dije que descansara”.

Otras historias que cuentan los comerciantes, es que las personas que han pasado de noche en la Central de Abastos han visto a una mestiza paseándose también por los pasillos. Hasta ahora, María afirmó que no ha vuelto a ver a la niña desde aquella vez, sin embargo, dijo que ha escuchado ruidos extraños en los baños cuando no están en funcionamiento. “No he vuelto a verla, ni quiero; lo que sí, he escuchado ruidos extraños en el baño de caballeros cuando no hay nadie”, concluyó.

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NM