INAH cierra cenote Xlacah de Dzibilchaltún por contaminación de heces fecales

A decir del encargado del Centro INAH Yucatán, el cenote Xlacah permanecerá cerrado porque se detectaron altos niveles de contaminación, tan es así, que ni siquiera está considerado su reapertura
martes, 26 de julio de 2022 · 07:51

Sorpresivamente, ayer se reabrió la zona arqueológica de Dzibilchaltún, luego de permanecer cerrada por poco más de medio año, pero con un “saldo negativo”: el cenote Xlacah permanecerá cerrado porque se detectaron altos niveles de contaminación y heces fecales, advirtió el encargado del Centro INAH Yucatán, José Arturo Chab Cárdenas.

El problema es tan grave que el propio funcionario dijo que “ni siquiera están considerando su reapertura” para uso recreativo porque es “inseguro” para las personas, por el alto riesgo de afectación a la salud.

“Ahorita con todos los problemas sanitarios que ha habido consideramos que no es idóneo que los visitantes se sumerjan en el cuerpo de agua, es más, ni siquiera estamos considerando su reapertura; hay que recordar que cerca de Dzibilchaltún ya se han desarrollado diversos proyectos inmobiliarios, por ejemplo, La Ceiba se encuentra apenas a un kilómetro de aquí. Creemos que el manto acuífero ya está presentando algunos problemas de contaminación, no nada más en el cenote, incluso en la propia extracción de agua”, aseguró.

Análisis

Martín Zetina

El funcionario aseguró que la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) hará un análisis del sitio, porque se trata de un área natural protegida, y reiteró que no hay condiciones para su uso recreativo. Aunque no descartó que pueda rescatarse, hacerlo requiere de un análisis a profundidad.

“Hemos establecido una comunicación con gente de la CONANP, porque nosotros consideramos que no se encuentra en óptimas condiciones para recibir a visitantes, se han detectado mayormente heces fecales, y esto es un riesgo, se ha mencionado desde hace muchos años, incluso los mensajes que hay en el cenote advierten que si se sumergen es bajo propio riesgo”, finalizó.

Respecto a la reactivación del sitio, como oportunamente informó POR ESTO! se había programado para el día 22 de julio; luego, al no terminarse los trabajos de mantenimiento tras permanecer siete meses cerrada, se pospuso al 29. Sin embargo, ayer reabrió sus puertas y recibió a las primeras decenas de visitantes.

El reclamo

El sitio de vestigios arqueológicos permaneció cerrado desde el año pasado debido a que los ejidatarios de Chablekal reclamaron el pago de indemnización, ya que las tierras que “ocupan” ruinas son de propiedad comunal y, desde que el Gobierno comenzó a explotarlo, no habían recibido ningún beneficio.

Tras presionar para que la Federación les pagara por sus terrenos, lograron un primer acuerdo para la cesión de las tierras, pero como no se cumplió con las condiciones establecidas -entre ellas la fecha de primer pago-, los comuneros, a manera de protesta para presionar a las autoridades, cerraron el acceso.

Aunque luego de un segundo trato, la zona arqueológica se reabrió, un conflicto entre los propios ejidatarios llevó a un grupo de disidentes a bloquear nuevamente el acceso; la diferencia básica era que el grupo mayoritario ya había aceptado el pago inicial de 30 millones de pesos por los terrenos, pero un grupo minoritario rechazó el acuerdo -exigía el pago completo de 127 millones de pesos por las 53 hectáreas.

Finalmente, el 9 de julio, tras varios amagos incluso de violencia, el grupo mayoritario madrugó a los inconformes, tomó el control de la entrada al sitio, negoció con el Gobierno y entregó las instalaciones. Después de eso, se habló de fecha tentativa del 22 de julio para reabrir la zona, pero no fue sino ayer que se reactivó. En tan sólo una hora de su reapertura ya habían ingresado más de 60 personas, quienes manifestaron estar esperando con ansias poder entrar al recinto maya.

Según Chab Cárdenas, durante los meses que el lugar permaneció cerrado, “se perdieron” 50 mil visitas. Comentó que, hasta ahora, se han invertido cerca de un millón de pesos para la restauración, tanto del museo como las áreas públicas, sin embargo, el presupuesto final se tendrá hasta que finalice el mantenimiento general.

“Dzibilchaltún actualmente tienen una capacidad para recibir hasta 200 mil visitantes anualmente. Ahorita estamos en una temporada alta, si calculamos cuántos pudieron entrar durante los meses que estuvo cerrado podríamos decir que fueron como 50 mil aproximadamente, pero, pues sabemos que el cobro no es igual, porque hay quienes no pagan, por ejemplo: estudiantes, maestros, menores de 12 años y las personas con discapacidad, así que fluctúa dependiendo de la situación”, concluyó.

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JG