Casas en Yucatán: Sociedad Hipotecaria registra alza del 7.8% en precios

De enero a marzo de 2022, las casas vendidas a crédito en Quintana Roo subieron hasta 12.4 por ciento su valor, lo que ha situado a la entidad en el primer lugar con mayor alza en el mercado inmobiliario. Al mismo tiempo, en la Península de Yucatán el precio de la vivienda adquirida con crédito hipotecario superó la variación porcentual promedio a nivel nacional de 7.7 por ciento, respecto al mismo periodo del año pasado, así lo reveló el índice de la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF).

Tanto a nivel nacional como peninsular, Quintana Roo mostró la mayor alza de precios en el mercado de la vivienda hipotecada con una tasa del 12.4 por ciento. A nivel regional, Campeche le sigue con variación del 9.7 por ciento; Yucatán fue la única entidad de la Península que reportó índice cercano al promedio, al registrar 7.8 por ciento contra el 7.7 por ciento del indicador nacional, en el primer trimestre de 2022.

Asimismo, el índice de la SHF mostró resultados diferenciados por entidad, de manera que en 17 Estados hubo variaciones mayores al promedio nacional, mientras que en las otras 15 se registraron variaciones menores. Esto también se vio replicado en algunos municipios, de manera que sólo uno de la Península de Yucatán reflejó un alza igual 7.7 por ciento.

Quintana Roo fue la Entidad donde se registraron los precios de vivienda a crédito con mayor alza en la Península, en especial en el municipio de Solidaridad, donde se encuentra Playa del Carmen, con variación del 12.7 por ciento; le sigue Benito Juárez, demarcación donde se localiza Cancún, cuyo indicador aumentó 12.2 por ciento.

En Campeche, el índice de precios de la SHF presentó variaciones del 10 y 9.2 por ciento en Ciudad del Carmen y en Campeche de manera respectiva. En Yucatán, el municipio de Kanasín registró un alza del 8.1 por ciento y en Mérida reportó una variación del 7.7 por ciento, porcentaje igual al indicador promedio a nivel nacional.

Por otro lado, la Sociedad Hipotecaria reportó que en el primer trimestre de este año, el precio de la vivienda promedio a nivel nacional fue de un millón 467 mil pesos, monto que corresponde al precio de una casa o departamento del segmento medio. Asimismo, el precio del 75 por ciento de las casas fue menor o igual a un millón 671 mil pesos y el resto tuvo un precio superior a dicho monto.

De esta manera, a nivel nacional, el 25 por ciento de las operaciones con créditos hipotecarios se realizaron por un importe igual o menor a 582 mil pesos. Mientras que el valor mediano fue de 870 mil pesos, lo que representa el 50 por ciento de las operaciones en el mercado de la vivienda. Es decir, durante el primer trimestre del año, una de cada dos ventas de casas a crédito se realizó por debajo de dicha cantidad y la otra se vendió más caro.

Con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la SHF explica que el incremento de los precios de las viviendas se da en un contexto donde el Producto Interno Bruto (PIB) de México sólo creció 1.6 por ciento durante los primeros tres meses del 2022, en comparación con el mismo periodo del año previo. Al mismo tiempo, la inflación estimada por el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) del Inegi alcanzó un 7.5 por ciento y, según el Banco de México (Banxico) la tasa hipotecaria promedio fue de 10.2 por ciento.

De acuerdo con el Instituto de Estudios sobre Desigualdad (Indesig), el aumento de precios de vivienda también se debe a que en el país no existe un mercado inmobiliario regulado, lo que favorece que las empresas de bienes raíces aprovechen la especulación de los precios, registrando mayores alzas en localidades donde existe mayor demanda de propiedades que por lo general, son las de mayor plusvalía, es decir las que gozan de mayor infraestructura de servicios básicos y de movilidad urbana, o bien están situados en zonas privilegiadas.

Tal es el caso de Quintana Roo, entidad turística donde las inmobiliarias comercializan casas y departamentos, no para usarlas para vivienda, sino como un instrumento financiero para generar rendimientos a sus inversionistas, explican desde Gatitos Contra la Desigualdad, uno de los proyectos del Instituto de Estudios sobre Desigualdad (Indesig). Esto explica parte del auge del sector real estate que se ha experimentado en la entidad en los últimos años.

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JG