Kaki, empresa acusada de la intoxicación masiva en Seyé, continúa laborando con normalidad

La granja de la empresa Kaki ubicada en la carretera Mérida-Acanceh no tiene ningún sello de clausura, después de ser señalada de inyectar clembuterol a los cerdos
sábado, 25 de junio de 2022 · 09:19

Un día después de confirmarse que las aproximadamente 500 personas de Seyé que comieron cochinita pibil en un puesto del mercado, el domingo 12 de junio, se intoxicaron con clembuterol, la empresa a la que don Beto Huchim, propietario del puesto que vendió el alimento contaminado, compró los cerdos permanece operando y no da la cara por lo ocurrido.

POR ESTO! visitó la granja “Hacienda Tekik”, de la empresa Kaki, ubicada en la carretera estatal número 10 “Mérida-Acanceh, a la altura de Eknakán, y constató que no tiene sellos de Salubridad; los guardias se limitaron a decir que “no se encontraba nadie” que pudiera proporcionar información.

En tanto, el comerciante del guiso que mandó al hospital a 13 personas, incluidas dos embarazadas, el pasado domingo 12 de junio, no tiene claro qué fue lo que pasó, y aseguró que no hizo nada inusual en la preparación del tradicional platillo. Salubridad no le ha reactivado el permiso para vender, pero los locatarios aseguran que el próximo lunes estará de vuelta.

Por su parte, la alcaldesa Diana Dzul Leo anticipó que la próxima semana fumigarán todas las instalaciones del mercado municipal “para recuperar la confianza de la gente y que poco a poco todo regrese a la normalidad en nuestra población”.

Como informamos ayer, la Secretaría de Salud del Estado de Yucatán confirmó la presencia de un anabólico que se emplea para  engordar el ganado, en los análisis realizados a los pacientes que sufrieron males gastrointestinales, tras consumir carne de cerdo en un puesto del mercado de Seyé.

Sin embargo, el resultado fue contradictorio, pues los estudios realizados a dos cerdos que don Beto mantenía en su traspatio resultaron negativos a clembuterol; la autoridad no pudo analizar los restos de otros dos animales sacrificados para la venta dominical, porque todo lo que se había cocinado se consumió.

Tampoco informó si había procedido contra la empresa donde don Beto compró los marranos.

 Una investigación del Diario de la Dignidad, Identidad y Soberanía reveló que la granja -que se encuentra ubicada en una zona vulnerable como es el Anillo de Cenotes- es propiedad de la familia Esquivel Iglesias, y que trabaja con una razón social distinta: “Hacienda Tekik”.

La empresa fue fundada desde el año 2002 por los hermanos Alvar Humberto, Rosa Patricia y David Joel Esquivel Pérez y Alvar Humberto Esquivel Iglesias. Este último es apoderado legal del rancho.

Sin temores

En un recorrido realizado ayer por la población, se constató que, si bien la gente aún tiene “fresco” en la memoria el incidente, debido a la magnitud, no hay ningún temor generalizado a consumir cochinita pibil, porque, en el caso de Humberto Huchim, nunca había tenido problema alguno con los alimentos preparados que vende.

“Ese fue un día que jamás olvidará la gente de Seyé, sobre todo los que se vieron intoxicados, pues, se generó un pánico colectivo, al ver que todos se estaban enfermando y la gravedad del asunto en ese momento, muchos ya estaban contando las horas para su fallecimiento, pero la realidad es que no pasó de ese día y cuando mucho al día siguiente, ahora todos nos acordamos de eso y no nos despeina”, aseguró Guadalupe Cen.

Tras conocer el informe de Salud -a través de los medios de información porque la Secretaría de Salud no ha vuelto al pueblo- a don Humberto le han surgido más dudas, pues no se explica cómo fue que el clembuterol llegó hasta la carne que él vendió en el mercado. Repasa lo que hizo aquel día, los ingredientes que usó y está completamente seguro de que no hizo “ni más ni menos” de lo que ha hecho durante seis años.

Hasta ahora, no ha podido regresar a su negocio no sólo porque está clausurado sino porque además de sacrificar a los dos cochinos que le quedaban, las autoridades también tomaron sus herramientas de trabajo e incluso colocaron sellos en su patio, donde estaban los cerdos.

“Mis hermanos me han estado apoyando (económicamente), sólo espero que ya vengan a quitarme los sellos y pueda volver a preparar una rica cochinita”, dijo.

“Desde el momento que se dio la intoxicación, salimos a hablar con la gente, fuimos a los consultorios a hablar con los médicos, quienes en ese momento no sabían lo que realmente estaba pasando; muchos medios dieron información falsa porque ni la Secretaría de Salud había dicho nada pero ya habían sacado conclusiones de que la comida estaba echada a perder, pero no fue así: hice la preparación de mi cochinita enterrada desde la noche, porque tiene un tiempo de cocción para que esté listo a primeras horas de la mañana, no hice nada diferente, no sé realmente que pudo haber pasado”, explicó.

“No puedo afirmar que fue culpa de mi distribuidor de cerdo que me dio un animal con clembuterol, porque llevo años comprando en el mismo lugar y no había pasado nada; los productos que utilizo son los mismos, no sé qué paso y hasta ahora creo que no hay respuesta a eso, espero que ya pronto volvamos a vender y continuar con esta tradición”, detalló.

Sin efectos secundarios

Por su parte, el médico Jaime Álvarez, llamado “el héroe de Seyé”, quien atendió a más de 200 personas aquel “domingo negro” como ya es llamado, desmintió lo dicho por algunos medios que afirmaron que después de una semana los pobladores aún tenían efectos secundarios por el medicamento.

“Muchos de los que se enfermaron son mis pacientes de años y cuando les hablé al día siguiente para saber cómo estaban me comentaron que ya estaban mejor, realmente sólo era esperar a que el mismo cuerpo sacara el medicamento y nada más, no es algo de muerte, después de eso los días han pasado con normalidad”, externó.

En tanto, la presidenta municipal, Diana Dzul Leo, informó que luego de tener conocimiento de los resultados que arrojó la SSY, la gente estará un poco más tranquila.

“Lo bueno es que los análisis a los dos cerdos que sacrificaron resultaron negativos, pero la cochinita que se vendió sí lo estaba, porque las personas tuvieron síntomas similares por intoxicación, fueron más de 500; por eso nos han dicho que continuarán con las labores de vigilancia epidemiológica para salvaguardar y proteger la salud de nuestros habitantes”, refirió.

La Presidenta reiteró que, ante este panorama, continuarán con la instrucción a todos los carniceros y expendedores en el mercado municipal, que es que mantengan las medidas extremas de prevención e higiene en sus puestos, que mantengan sus herramientas de trabajo limpias y que se respeten todos los protocolos de salud.

“Por lo pronto, en los próximos días nosotros vamos a fumigar todas las instalaciones del mercado municipal; hay que trabajar entre todos para recuperar la confianza de la gente y que poco a poco todo regrese a la normalidad en nuestra población”, refirió.

Mientras tanto, en el municipio he retornado una ligera calma y la gente poco a poco ha comenzado a consumir carne de cerdo otra vez.

 Entre los locatarios se comentó que el lunes “don Beto” Huchim regresará a su puesto. En ese sentido, la autoridad municipal aclaró que los permisos los otorga la SSY y por esa razón, el lunes acudirían a verificar que el comerciante cuente con los permisos para que pueda operar.

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CC