Cochinita contaminada en Yucatán: Responsable de usar clembuterol pasaría 8 años en prisión

El uso de clembuterol como anabólico para engordar a los cerdos está prohibido desde el 2007 y quien lo utilizó en Seyé se metió en un grave problema, que podría llevarlo a la cárcel de 4 a 8 años, afirmó el médico veterinario Armando Cocom Priego, de la Agropecuaria Ríos Covián.

Dijo que la intoxicación de más de 500 personas en ese municipio es algo que no se había visto desde el 2011, cuando la carne de res afectó a un número reducido de personas en Tizimín.

De acuerdo con la Ley Federal de Sanidad Animal, vigente desde del 26 de julio del 2007, considera en el capítulo IV, de los delitos, artículo 172, sanción de 4 a 8 años de prisión y multa de 500 hasta 3 mil veces el salario mínimo vigente en la zona económica en que se llevó a cabo el hecho y en caso de reincidencia se duplicará la pena y la multa.

Este delito es cometido por quien introduzca al territorio nacional o dentro de éste, transporte o comercie con animales vivos, sus productos o subproductos que hayan sido alimentados con una sustancia cuyo uso esté prohibido para tal fin en las suposiciones de sanidad animal o de buenas prácticas pecuarias emitidas por la Secretaría.

También el artículo 173 complementa, al señalar que la persona que sin autorización de las autoridades zoosanitarias competentes o contraviniendo los términos en que ésta haya sido concedida, importe, posea, transporte, almacene, comercialice o en general realice actos con cualquier sustancia cuyo uso esté prohibido para alimentación de animales en las disposiciones de sanidad animal o de buenas prácticas pecuarias emitidas por la Secretaría.

Se le impondrá una pena de cuatro a ocho años de prisión y multa de quinientos hasta tres mil veces el salario mínimo vigente en la zona económica en que se llevó a cabo el hecho y en caso de reincidencia se duplicará la pena y la multa, siempre y cuando esos actos sean con la finalidad de adiciones a los alimentos o debidas de animales cuyos productos o subproductos estén destinados al consumo humano.

El artículo 174 menciona que al que ordene el suministro o suministre a animales destinados al abasto algunas sustancias o alimentos prohibidos a los que hace alusión está Ley y demás disposiciones de salud animal, será sancionado con tres a siete años de prisión y de diez mil a cincuenta mil días de salario mínimo de multa.

Cocom Priego recordó que a partir de la Ley Federal de Sanidad Animal, el uso de clembuterol como promotora del crecimiento está tipificado como delito y a su vez, se anuncian acciones coordinadas entre la Secretaría de Salud (SSA) y la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) para su vigilancia.

De acuerdo con información de las secretarías de Agricultura y de Salud sobre el clembuterol, la intoxicación es de menos de uno por millón de habitantes.

Según los números oficiales, de 2002 a 2008 se notificaron 2 mil 130 casos de intoxicación por clembuterol y a partir de esa fecha se tomaron medidas por el Gobierno federal para penalizar el uso del producto en animales para consumo humano.

Cocom Priego expuso que el producto no está en venta en ninguna veterinaria y que si alguien lo está utilizando es adquirido en el mercado negro, probablemente traído del extranjero, básicamente de Centroamérica.

La dosis aplicada a un cerdo para aumentar su volumen corporal es menor a 200 miligramos, pero como está prohibido desde el 2007, algunas personas compran el producto en el mercado negro y lo suministran sin vigilancia -sabiendo que es un delito-, causando lo que ahora se sabe que sucedió en Seyé.

Allá, dijo, debe haber una amplia investigación para saber dónde partió el animal y también quién lo distribuyó en cochinita puede recibir alguna sanción, aunque diga que no sabía, pues como experto en venta de carnes debe saber cuándo un animal viene enfermo.

El clembuterol viene en presentación de polvo y lo utilizan en cucharadas dentro del alimento del cerdo para acelerar la masa muscular, engordarlo y lanzarlo al mercado, pero quizá, en este caso de Seyé, no esperaron a que el químico quede eliminado del cuerpo, incluso no se conoce con exactitud si se da la eliminación completa, pues se sabe que puede permanecer del 28 al 70 % del componente en el cuero por largo tiempo.

“Imagínate que la cochinita pibil fue enterrada, sometida a varios grados de calor, como se hace en este caso, y aún así el clembuterol permaneció en la carne y no puede saberse con exactitud la cantidad”, dijo.

Lo que sucedió en Seyé debe ser un caso de amplia investigación, señaló el veterinario.

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CC