Suicidio en Yucatán: Especialista pide no 'mitificar' las muertes autoinfligidas

Paulino Aguilar, director de la Clínica en Justicia Terapéutica de Yucatán, detalló que por cada 100 suicidios que se registran en la entidad, los varones representan el 80%
jueves, 5 de mayo de 2022 · 08:44

El suicidio no sólo varía en cifras o motivos, sino también en formas: hace más de 30 años era común escuchar que la persona se lanzaba al pozo, pero ahora se tiran desde puentes o se suben en antenas eléctricas, como sucedió hace poco en Ciudad Caucel, explica Paulino Aguilar, especialista en la materia, quien presentará mañana su libro “Metodología de la Valoración Neuropsicológica Forense”.

Y si bien este comportamiento está asociado a factores externos no debe “mitificarse”; por ejemplo, se dice que está asociado a la diosa maya Xtab o que la pandemia causó más suicidios, ambas afirmaciones son falsas; por ejemplo, esta última se demuestra con las cifras: durante el confinamiento, las muertes autoinfligidas fueron, en número, muy similares a años anteriores, debido a que el suicidio es un acto “íntimo” y, durante el confinamiento, lo que más había a nuestro alrededor eran personas, la familia. En el 2018 ocurrieron 235 suicidios, en el 2019, 245; en el 2020 fueron 243 y el 2021 cerró con 247; se terminó el confinamiento y comenzaron a incrementarse, explicó.

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Sin embargo, es un hecho que las cifras son contundentes: del 2018 al 2021 suman mil 56:235, en 2018; 245, en 2019; 243, en 2020; 247, en 2021. Hasta hoy, en 2022, según las estadísticas de este periódico, van 87 casos.

Dzib Aguilar recuerda que de cada 100 casos de muertes autoinfligidas, 80 son varones y 20, mujeres. En el 2018, atentaron contra su propia vida 195 varones y 40 mujeres; en el 2019, fueron 198 varones y 47 mujeres; en el 2020, el número fue 184 varones y 59 mujeres y en el 2021, cerró con 201 varones y 45 mujeres.

Para el especialista, quien tiene un doctorado en problemas sociales y es director de la Clínica Justicia Terapéutica de Yucatán y en la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) coordina el laboratorio de psicología jurídica y criminológica, todo tiene una explicación multifactorial.

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Para empezar, está relacionado con un gen que tienen todas las personas, al que se le conoce como “gen que produce la proteína Monocidasa A”, que realiza la función de abrir la puerta a la entrada de la serototina, que rige el estado de ánimo de cada individuo.

Al mismo tiempo, este gen tiene que ver con los cambios de temperatura, sea frío o calor. De ahí que en Finlandia, donde hay frío, también se registran suicidios y lo mismo sucede en Yucatán, donde el calor es intenso.

Además de esto, el cambio en el individuo, generado por algún aspecto cotidiano y generalmente asociado con el abandono, la traición, el abuso o hasta la muerte de algún ser querido, detona -como si fuera arma de fuego- el suicidio.

Este detonador, explicó, es un dolor emocional que nubla la razón. Explicó que el 80% de los suicidas se ahorcan en un hamaquero de su casa y en algunos casos en el baño, porque este acto de dolor emocional es privado, lo hacen de este modo por la sencilla razón de que carecen de arma de fuego.

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JG